‘’Cuando el costo de un alquiler es la mitad de un sueldo de un empleado público o judicial, es porque el mercado definitivamente se desmadró’’. Con esa frase graficó un operador inmobiliario el escenario que afronta el sector y un síntoma de ello es cómo el costo de los contratos de los departamentos de 2 dormitorios en el último año se fue a las nubes, con alzas que promedian el 30% debido a que la demanda se fue al doble: en zonas de Capital y Rivadavia estos inmuebles se alquilan por no menos de 2.700 pesos y, en pleno centro, llegan a 4.200 pesos, según se desprende de un relevamiento que realizó este diario en base a datos aportados por 6 empresas líderes del sector.
Pero hay otro elemento que aporta para contextualizar estos valores y es que por ejemplo en Mendoza, en locaciones del mismo porte, situadas en Chacras de Coria, centro de Godoy Cruz o en plena Capital de la vecina provincia, el costo mensual para el inquilino parte de los 2.100 pesos y, como mucho, se pagan unos 3.100 pesos, comentaron desde 3 inmobiliarias (las firmas Cecco, Coccuchi y Fernando Puebla). En San Juan argumentan que esta sobrevaloración de los alquileres tiene nombre y apellido: el ‘’efecto minería’’. Desde el año 2005 a esta parte, los alquileres cada año se movieron en base a subas que van entre un 22 y 25%.
En cuanto a las razones que alimentan el boom de los departamentos de 2 dormitorios, en las inmobiliarias explicaron que cada vez son más los que se inclinan por esta opción, donde las familias pequeñas y jóvenes profesionales -en el mismo lugar pernoctan y tienen su estudio- están a la cabeza.
‘’Es una bola de nieve que se expande año a año. Nosotros no somos los responsables de eso, porque los propietarios ven cómo otros alquilan por valores altos y ellos siguen el mismo camino, y lamentablemente por necesidad y poca oferta hay muchos que lo terminan pagando’’, explicó Gerónimo Zapata, que ostenta más de 40 años en el negocio inmobiliario. ‘’Hay una estampida de los valores desde hace varios años. Tal vez para un trabajador minero pagar 3.000 pesos por un alquiler no es mucho, pero para un empleado de comercio o uno público, es una locura. Acá en algún punto todos somos responsables’’, agregó el propietario de inmobiliaria Figueroa.
Desde la Cámara de la Construcción e Inmobiliaria de San Juan sugieren a los socios que al momento de publicar los alquileres -en diarios, revistas o páginas internet- no esté puesto el valor, para que los particulares que alquilan sus inmuebles no se vean tentados y pidan ‘’montos exagerados’’. ‘’Si el de al lado pide 4.000 pesos, yo pido igual o más, es el pensamiento de la mayoría. No piensan en lo que tienen, piensan en cuánto pide el otro y así se genera una cadena que termina en esto: departamentos que valen fortunas alquilarlos’’, explicó un profesional.