Por primera vez, el Programa de Control y Erradicación de la Mosca de los Frutos (PROCEM) liberó esta temporada sólo machos estériles producidos en la bioplanta de San Juan, a diferencia de otros años que los compraban en Mendoza o como ocurrió en la campaña 2008/2009, que fueron importadas de Guatemala.

"En esta campaña pudimos concretar un viejo deseo que teníamos y que apuntaba fundamentalmente a optimizar recursos. Nuestra bioplanta ganó en capacidad productiva y nos dio la posibilidad de encarar esta temporada con moscas propias, lo que también implica reducir gastos que antes teníamos cuando las traíamos de otros lados", señaló el responsable del PROCEM, Jorge Escobar.

La bioplanta provincial venía produciendo 20 millones de machos por semana, pero en esta temporada se amplió la capacidad y generó 70 millones. Para ello se invirtieron $500.000 en obras e instrumental nuevo que impactó directamente el volumen de moscas producidas. La actual campaña comenzó en septiembre del año pasado y se extiende hasta julio próximo.

¿Por qué se usan moscas para atacar la plaga que ellas mismas provocan? Una mosca hembra puede tener de descendencia 800 hijos, de los cuales 400 son hembras. En 21 días, cada una de esas hembras pueden tener 800 huevos más. El Programa de Control y Erradicación de la Mosca de los Frutos lo que hace a través de la liberación de machos estériles es que esos 800 huevos no eclosionen, y de esa manera la plaga desciende.

La campaña para combatir la mosca que ataca a los frutos, tiene dos puntales: por un lado, la macro campaña que implica la masiva liberación de machos estériles en toda la provincia y por otra, el pedido constante que realiza el organismo para que la gente colabore por ejemplo bajando las frutas -ya maduras- de los árboles.

Según Escobar, en esta campaña se apuntó a las zonas de Ullum, Zonda y el Sur del departamento Sarmiento, y la semana próxima unas 300 hectáreas de Chimbas se pulverizarán con ayuda de un avión con un insecticida orgánico que no perjudica a seres humanos y animales. Esta última acción, también está dirigida para aminorar los efectos que produce la mosca en los frutos.

El Valle de Tulum es el más complicado, porque aún está con la denominación de Área Bajo Control, a diferencia de otras zonas de la provincia. El mayor desafió que tiene el PROCEM es obtener la ansiada declaración como zona Libre de la Mosca, que por ejemplo ya Mendoza la tiene.

El programa está financiado por el estado, pero también tiene aportes del sector privado local. Además de la liberación de moscas estériles, el PROCEM trabaja con barreras fitosanitarias -en los límites provinciales-, con la colocación de trampas y campañas de difusión. La plaga de la mosca de los frutos provoca cuantiosas pérdidas económicas en la zonas frutihortícolas: la eliminación es indispensable para la exportación de frutas y hortalizas de la provincia, ya que una producción de una zona con la plaga no puede pasar hacia el Pacífico vía Chile, y tampoco ingresar en los países integrantes de la Unión Europea y menos aún en los Estados Unidos.