En cuatro meses, un equipo de profesionales del INTA pondrá a disposición del Gobierno provincial un estudio sobre las chances agrícolas de las 63.987 hectáreas del campo jachallero-vallisto Caballo Anca (ver infografía), en donde especificará los cultivos que mejores se adaptan al clima y suelo de esa zona inhóspita, que permitan desarrollar una colonia agrícola. En este sentido y con el agregado de que por la ubicación del campo sería engorroso conseguir mano de obra, tanto la vid como el olivo picaron en punta atento al desarrollo que ostentan para levantar la cosecha mecánicamente, pero no descartaron otros, como el almendro o el pistacho y hasta el tomate para industria, al menos hasta que estén los datos finales de los estudios agrometeorológicos, según se desprende de los informes preliminares.
El campo supera en superficie a todo el Gran San Juan, ya que Chimbas, Rivadavia, Rawson, Santa Lucía y Capital suman 59.100 hectáreas. Igual, el INTA aclaró que no todo el terreno es cultivable.
En tanto, en las próximas semanas, el Centro Regional de Aguas Subterráneas le entregará a Hidráulica un informe sobre la disponibilidad de agua que hay en esas tierras, y aunque los resultados están aún bajo siete llaves, fuentes calificadas hablaron de ‘’volúmenes satisfactorios’’.
‘’Llevamos 15 salidas a terreno en este último año, y no hay elementos que a priori nos indiquen que vamos a tener problemas con el olivo o el almendro, que son sensibles al frío. Lo que sucede es que hay dentro del campo zonas con serranías, unas con pedemonte, otras medanosas y zonas que se ven fértiles, por lo que hay que establecer bien que lugares sirven para cada cultivo’’, explicó Facundo Vita, unos de los coordinadores del proyecto y que pertenece a la Unidad Experimental del INTA. El profesional detalló que ya se relevó casi el 55% del terreno (realizaron una cuadrícula de referencia) y que en unos dos meses quedará listo el trabajo de campo.
También han colocado, para ajustar los datos, una estación agrometeorológica y 40 sensores de temperatura, que permitirán hacer un mapeo global de la zona. ‘’Queremos saber cuáles son las limitantes para cada cultivo, pero siempre apuntando a que tengan bajo impacto de mano de obra, por la distancia que hay a los centros urbanos’’, agregó Vita.
Campo recuperado
El Ejecutivo local casi que ‘’descubrió’’ Caballo Anca en vísperas de la construcción de la ruta 150 y puso el ojo en ese campo del Valle del Río Bermejo cuando se enteró que iba a ser rematado en 160.000 pesos, una cifra que, por las características del suelo, resultaba irrisoria, a decir de las autoridades competentes. Claro, ‘’justo’’ esta transacción ocurría previo a que se ejecutara la megaobra vial y también sabiendo de antemano que en unos años iba a haber un tendido eléctrico (se culminó en 2012).
Así las cosas, el Gobierno decidió declararlo de ‘’utilidad pública’’ y expropiarlo. Ahora el campo tiene una flamante vía de acceso y hay electricidad al alcance de la mano, lo que permitiría obtener agua del corazón de la tierra.
Tras cartón, el propio gobernador Gioja hizo público sus intenciones de explotarlos agrícolamente y también que goce de un perfil ganadero. Ahí fue que, a mediados de febrero del año pasado, firmó el Gobierno provincial un convenio con el INTA y el CREAS para saber las chances agrícolas concretas de ese campo.