El río no tiene piedad. La greda baja cada vez con más fuerza y le gana a la tierra firme. Esta es una historia que se repite cada verano en Pedernal, que está en Sarmiento, pero que se agravó desde el pasado fin de semana. Es que la localidad sufrió una creciente que no tiene precedente, según contaron sus vecinos. El agua rebasó el puente del dique y dejó al pueblo aislado una vez más. En los últimos seis años el río Los Sombreros, más conocido como río Pedernal, avanzó al menos 20 metros hacia tierra firme. Algunos habitantes perdieron sus casas, otros están a punto de quedarse sin nada y el cementerio está por quedar bajo el agua. Esto sucede en el pueblo que en el último tiempo se convirtió en la única atracción turística del departamento. A pesar del constante reclamo de los vecinos, desde la Municipalidad de Sarmiento nunca les llevaron una solución.

"Hay una veintena de familias que ya perdieron la mitad de sus terrenos por el avance del río. Esto no es nuevo y a pesar de los reclamos nadie hace nada. Ni siquiera vinieron de día para evaluar el panorama", contó Antonio Lara, un hombre que nació en Pedernal y que cada vez que crece el río toma su pala y empieza a construir defensas para intentar detener el agua. Si bien el reclamo no es nuevo, la situación se agrava cada vez más. Aún así los habitantes afirmaron que no tienen respuestas de las autoridades. Según Mabel Villaroel, una de las vecinas afectadas, el intendente Alberto Hensel visitó el lugar durante unos minutos el miércoles por la noche y les dijo que no podía hacer nada para encauzar el río porque no tenía fondos para encarar la obra. DIARIO DE CUYO intentó comunicarse con el funcionario, pero no obtuvo respuesta. "Debe tener ojo biónico para ver de noche los desastres que está haciendo el río", dijo Antonio Lara, refiriéndose a la visita del funcionario.

Las postales post creciente en Pedernal son desgarradoras. El barro llegó hasta el fondo de las casas, el colectivo no puede ingresar al pueblo y los chicos tienen que atravesar descalzos, el río, para poder llegar a la escuela. Sólo basta con recorrer la calle principal del pueblo para ver de cerca cómo el agua erosionó el terreno, dejando casas deshabitadas por el peligro de un derrumbe. Ahora lo que temen los pobladores es que una nueva creciente arrase las tomas de agua que hay en los vertederos y el lugar se quede sin agua potable. La solución al problema está en realizar una obra mediante la que se debe encauzar el río Los Sombreros, que es el que corre por el lado Sur del pueblo. El tramo más complicado es de unos 3.200 metros, que es donde la tierra de los bordes es tan blanda que el agua avanza cada vez más cuando el río crece. Se encuentra en la zona de entrada del pueblo. "Lo que hay que hacer es canalizar el cauce del río. Es lo que venimos pidiendo desde hace más de 10 años, pero nunca nos escucharon", dijo Oscar Moreno, presidente de la Unión Vecinal de Pedernal.

En el 2009 un temporal similar dejó a unas 120 familias de las 200 que viven en el lugar, totalmente aisladas y sin agua potable. La creciente arrasó con la cañería del servicio e inundó la calle principal. A una familia se le derrumbó la casa y tuvo que emigrar a Capital. En ese momento hubo versiones encontradas sobre las posibles soluciones.

En la última década Pedernal se convirtió en un oasis para el turismo. Se construyeron cabañas que brindan al departamento más de 100 plazas para hospedaje y hubo una construcción masiva de viviendas de fin de semana. El auge de los diferimientos también dio un atisbo de esperanza para los habitantes que ya habían empezado a abandonar el lugar para buscar nuevas fuentes laborales. "Este es un distrito privilegiado. Le da un toque distinto a Sarmiento, por la belleza de su paisaje, intenta convertirse en un destino turístico atractivo y que además está cerca de la ciudad. Pero está empezando a desaparecer", dijo Antonio Lara.