El mercado inmobiliario de San Juan cerró el 2014 con una retracción en la compraventa superior a otras provincias argentinas, a raíz del impacto de factores locales como la merma de excedentes financieros provocados por la retracción de la producción minera y la caída del precio de los productos vitivinícolas. De todas formas, se espera un cambio a corto y mediano plazo que permitirá recuperar los niveles óptimos como los del 2012.
Ese es el diagnóstico y las perspectivas que manejan para la provincia en la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), cuyo presidente Javier Grandinetti, pasó por San Juan. El titular de la entidad encabezó en Barreal la primera reunión del año de la entidad el viernes pasado, y firmó un convenio de capacitación con la CAME (ver recuadro).
‘’San Juan el año pasado mermó su capacidad de generación de excedentes, porque el excedente financiero ligado al tema de la producción minera y el precio del mosto generaron una retracción. En San Juan hay un ‘delay’ mayor al que tuvieron otras provincias, donde por ejemplo hay soja. Pero es una coyuntura y soy optimista. Hay aun excedentes acumulados y capital en San Juan que están esperando ser invertidos, y si ven las condiciones, se van a volcar’’, aseguró Grandinetti.
El experto inmobiliario consideró que el gobierno debe tomar medidas, ‘’dar algunas señales claras de que las inversiones se van a respetar y algunos incentivos’’ para lo cual opinó que es necesario profundizar ‘la correlación público-privada con los corredores inmobiliarios, que son los fidelizadores de la inversión en la región’’. Agregó que ‘’hay posibilidades de atracción real de inversión a San Juan’’ y enfatizó que ‘’hay un empuje en lo que es la ciudad que de mi visita anterior hace 3 años, el cambio es brutal, con lo cual yo diría que a corto plazo, con solo tomar algunas decisiones y dar incentivos se va a reactivar. Por la matriz de orden institucional que tiene San Juan, por la fluida relación que hay entre los productores de bienes inmuebles que son las constructoras con las inmobiliarias, aquí tienen todo para que con algunas correcciones menores se vuelvan a niveles de inversión del 2012 que fueron buenos’’.
SEGMENTOS Y REGIONES:
En la FIRA no consideran al 2014 como un año de crisis, salvo para algunos productos. En esa lista cuya actividad comercial tuvo un freno de inversión pronunciado dicen que se encuentran los productos de gama alta usados. En cambio, los loteos abiertos, de hasta 250 mil pesos fueron la vedette. ‘’Los corredores inmobiliarios que vendían esto, realmente hicieron negocio en el 2014’’, aseguró Grandinetti. También el Procrear generó un aluvión de compras sobre estos segmentos, lo mismo que las unidades nuevas, o en construcción de un fideicomiso; que son de un dormitorio o dos dormitorios chicos, por un valor de hasta 1,5 millones de pesos se siguen vendiendo muy bien. Respecto a las contracciones que sufrió el mercado inmobiliario la entidad las atribuye a ‘errores de información’’ y de transmisión de un concepto de mercado global inmobiliario argentino y dolarizado. ‘’Eso es inexacto. Cada región en el país tiene un comportamiento y una inversión diferente, ligada a la matriz productiva. San Juan esta ligada a la inversión minera y al costo del vino, del mosto, de los olivares. Santa Fe está ligada a la soja, con lo cual los comportamientos no son similares, los excedentes no son similares y lo que se vuelca a la inversión inmobiliaria, tampoco’’, dijo el dirigente nacional.
INFLACIÓN:
Grandinetti consideró que la inflación genera un impacto ‘’positivo’’ en el sector inmobiliario, al estar ligado al precio de producción del bien. Por ello es que aconsejó invertir en ladrillos en lugar de dólares: ‘’el inmueble se esta encareciendo por el aumento del precio de construcción, y quien se quedó en dólares porque pensó que iba a explotar, hace tres meses estaba a 15 y hoy esta a 13; o sea que no solo perdió por la baja del billete, sino porque la construcción en tres meses subió un 5 por ciento’’, explicó.
ELECCIONES Y DEVALUACIÓN:
La proximidad de elecciones en un primer momento genera incertidumbre, y cuando esa sensación se extiende mucho ‘como ya empezó a pasar’’, la gente busca tomar posesión en bienes seguros, que no sean expropiables, o que el valor relativo no cambie abruptamente ‘’y el ladrillo da esa seguridad’’, explicó. Frente a una eventual devaluación, agregó que en el mercado inmobiliario, a corto plazo primero parece que se pierde, pero a mediano plazo, al termino de 1 o 2 años, se recupera y se crece en dólares. Como ejemplo citó que durante la crisis de Alfonsin el precio mínimo de un departamento de 2 dormitorio fue de U$S 5.000; trepó a U$S 15.000 en la crisis del 2001 y ahora el mismo producto está en 65.000 dólares. ‘‘Aún en los momentos de crisis el capital de dólares invertido en un departamento siguió ganando’’, aseguró.

