Exposición. Lucio Mercado, de Hidráulica, dio la explicación de cómo se llegó a la obtención de los números para la nueva temporada hídrica.

Conocido ayer el pronóstico hídrico de derrame del río San Juan para la próxima temporada, que arroja que el volumen que traerá alcanzará a los 659 Hm3, un 38% menos que el ciclo actual, que llegó a los 1.060 Hm3, surgió un dato preocupante. Es que de continuar la situación de falta de agua puede afectar en un futuro, para el período 2020/2021, la generación de los diques al tener que recurrir al desembalse para asegurar el consumo humano, el riego y las actividades recreativas. Y si no pueden funcionar las turbinas de los embalses no habrá ingreso suficiente de recursos para asegurar el financiamiento de El Tambolar, actualmente en construcción, que precisamente requiere de ese dinero para la obra.

"Si no hay generación eléctrica de los diques podría haber una reducción del flujo de fondos para El Tambolar", dijo ayer Carlos Larisson, director secretario de Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) ante la consulta por el panorama. Pero el funcionario se apuró a aclarar que "es una situación que está prevista y que no significa que esté en riesgo la continuidad de la obra". Si no hay generación la Provincia tendrá que apelar a destinar otros recursos del presupuesto provincial para la construcción del dique. "Es una situación que se podrá pilotear, está prevista.", agregó.

En el marco de las actividades de la Semana del Agua 2019, ayer se dio a conocer el pronóstico de escurrimiento de caudales de los ríos San Juan y Jáchal, que confirmó que a causa de las escasas nevadas producidas este año en la cordillera, habrá que afrontar otra temporada "seca", y que hacen que la actual vaya a ser la tercera en esa condición.

"Los números no son alentadores, pero con el agua de los diques vamos a garantizar que haya agua suficiente para todos los usos, primero el consumo humano, después riego y la recreación", dijo Maximiliano Delgado, titular del Departamento de Hidráulica.

En un análisis de los números, el secretario del Agua, Edgardo Güerci, explicó que al 30 de septiembre pasado había en reserva en los tres diques, Ullum, Punta Negra y Los Caracoles, 839 Hm3 y estiman que para la temporada que va desde octubre de este año a septiembre del próximo, harán falta usar 329 Hm3. A eso hay que sumarle que por la evaporación se perderán otros 100 Hm3. Así las cosas, quedarán en los embalses 410 Hm3, agua suficiente que garantiza la generación para este período. Pero el funcionario aclaró que si persiste la actual situación de sequía para el ciclo siguiente no alcanzará para que generen las turbinas. Y de ahí surge el problema para el financiamiento de El Tambolar.

La obra ya está en marcha desde el 25 de julio pasado, cuando se firmó el acta de inicio de los trabajos con el grupo constructor, integrado por Panedile, SACDE, Sinohydro y Petersen, Thiele y Cruz, a través de una Unión Transitoria de Empresas (UTE). La etapa actualmente en marcha, que incluye la presa, túnel de aducción, vertedero, la casa de máquinas y una línea de alta tensión para transportar la energía, tiene un presupuesto de 482 millones de dólares. Para financiar esa partida hay un fideicomiso que se nutre con los recursos de la venta de la energía producida por los diques a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Esos fondos están en duda, pero en el Gobierno dicen que no afectarán la continuidad de la obra.