Los negocios están esperando más ventas en el principio de temporada. Pero el clima y la situación económica están jugando en contra.

Ya está colgada toda la ropa nueva en los percheros mientras que las botas y zapatos cerrados son los protagonistas indiscutidos en las vidrieras sanjuaninas. Pero los comerciantes están preocupados porque aunque los aumentos de la temporada otoño invierno han sido bastante menores a la inflación, el consumo sigue retraído. De acuerdo a un sondeo realizado entre comercios y cámaras locales esta temporada los fabricantes absorbieron costos y resignaron rentabilidad para no ajustar tanto los precios y mejorar las ventas que vienen en picada. Así, la ropa de otoño invierno 2019 muestra una suba del 25%, y el calzado, del 30%. Esto hace un promedio de incremento en vestimenta del 27,5%, la mitad que la inflación general que situó su tasa interanual en 54,7%, lo que rompe la tendencia de los últimos años en los que los precios del sector siempre estuvieron al mismo nivel. No obstante, el consumo sigue retraído y abril no proyecta ser un buen mes para este rubro, porque no logran activarse las ventas. Es que la caída del poder adquisitivo de los salarios impacta ya que la gente evita comprar ropa o zapatos para hacer frente a demandas mas esenciales como alimentos y remedios. ""La venta está muy baja con respecto al año pasado, está todo el consumo muy parado y también tiene que ver el clima que no ha ayudado, porque el año pasado a esta altura ya habíamos tenido temperaturas más bajas", dijo Hermes Rodríguez, presidente de la Cámara de Comercio de San Juan. "Aunque los negocios ponen ofertas buenas no se vende porque la gente se ve que no le alcanza y se queja mucho. Los comerciantes tratan de mantener los precios y ganar menos, pero a veces no se puede por el precio de los alquileres", agregó Carina del Valle Quiroga, presidenta del Centro comercial de Rawson. "La clienta que antes compraba dos pares de calzado y de carteras, ahora se lleva un par y una cartera", graficó Marcos Montiel, desde el negocio de calzado Batistella. Si bien la clientela de este negocio es de poder adquisitivo medio y alto, el directivo dijo que la caída de ventas respecto al año pasado es de por lo menos un 15%. "Y eso que el aumento de nuestros productos no fue tan alto en comparación con otros, porque compramos gran cantidad para nuestras 30 sucursales, pero la venta está resentida", agregó Montiel. En la tienda Etam dijeron que no son ""ajenos a lo que sucede en todo el país", y que han tenido que trasladar los aumentos de costos al precio de las prendas, pero que sortearon la coyuntura con la incorporación de marcas más informales. "Hemos priorizado el personal pero achicamos costos al reducir nuestro local para reducir el costo del alquiler", agregó la gerenta María Caridad Gómez. En cuanto a la financiación, la mayoría dijo que si bien hay planes de hasta 12 cuotas, la gente opta por plazos cortos, de no más de 3 o 6 cuotas para evitar los intereses.

El otro impacto
 

Tanto en el sector gremial como el comercial hay alerta porque la caída de ventas ha acelerado el cierre de locales y el despido de personal. Los locales cerrados se están multiplicando impactados también por los altos precios de los alquileres.


Derrumbe de ventas
 

El mes pasado fue el peor mes para el comercio minorista en lo que va del año: las ventas cayeron un 11,6% en San Juan, según la Cámara de Comercio. La caída estuvo liderada por los Alimentos, Indumentaria, Materiales de Construcción, Calzado y Electro.