La minera canadiense Barrick Gold dijo ayer que busca retomar la construcción en Chile del suspendido proyecto Pascua-Lama, luego de realizar una serie de cambios en gerencias clave del área de Sudamérica en medio del complejo escenario que enfrenta luego de que la Corte de Apelaciones de Copiapó paralizara las obras del lado chileno de la mina binacional Pascua-Lama, el pasado 10 de abril. En la tarde de ayer la compañía informó oficialmente en Chile de la renuncia del presidente de la minera para Sudamérica, el argentino Guillermo Caló, y de los ejecutivos Robert Mayne-Nicholls y Rodrigo Jiménez, y agregó en un escueto comunicado que reafirma su compromiso de asegurar que su proyecto Pascua-Lama cumplirá con todos los requerimientos ambientales y regulatorios establecidos en la aprobación ambiental del proyecto. La compañía indicó que ‘ya está dando todos los pasos posibles para demostrar sus compromisos, que incluyen la actualización de estudios de ingeniería, elaboración de planes de cumplimiento y el nombramiento de un nuevo equipo gerencial’’. En San Juan -donde está ubicada Lama, la otra parte del proyecto binacional-, la minera no comunicó la noticia, ya que aquí se sigue trabajando normalmente porque la decisión de la Justicia chilena no la afectó. Analistas en el sector local destacaron que se trata de la mayor movida gerencial producida en la historia de la minera canadiense en Sudamérica. La última vez que hubo varios cambios fue cuando se retiró Igor González y gente de su confianza, pero de un modo totalmente diferente: se jubiló y su despedida fue con una gran cena de festejo. La movida gerencial actual se produjo a dos días de que la compañía diera a conocer su reporte trimestral donde informó la posibilidad de suspender el proyecto minero, o también la posibilidad de desarrollar la mina del lado sanjuanino, pero sólo le alcanzaría para seis meses de producción, dado que el 80% del oro y plata está del lado chileno. Los analistas mineros locales vieron la noticia de ayer como una fuerte señal de la minera de su compromiso a acatar los requerimientos medioambientales que planteen las autoridades chilenas, algo que no puede hacer con una cúpula gerencial que lo llevó a padecer el peor freno en la gigante mina binacional.