Todos los caminos conducen para que en un mes más -la fecha tentativa es el 15 de septiembre-, finalmente las cámaras productivas locales, el gremio de frutas y hortalizas y el Gobierno provincial, firmen el convenio de Corresponsabilidad Gremial que permitirá “blanquear” a los más de 35 mil trabajadores golondrinas o no permanentes que llegan cada temporada para levantar la cosecha, según afirmaron desde los 3 sectores. Hasta el momento, la traba era la tarifa sustitutiva que deben pagar los empresarios en concepto de aportes y contribuciones laborales por cosechadores que sólo trabajan un par de semanas o una temporada. Hoy por hoy, los productores se encuentran ante la encrucijada de tener que pagar un aporte patronal que resulta caro para un obrero temporario local que trabaja con cultivos intensivos.
El objetivo es que empiece a regir con la campaña del ajo, que se inicia a fines de septiembre. Hay acuerdo para que ese valor salga de una ecuación que va a resolverse en base a la cantidad de trabajadores que involucra cosechar cada cultivo. Lo que resta definir es quién será el agente de retención.
La negociación está siendo seguida muy de cerca por la Secretaría de Seguridad Social de la Nación -hubo dos reuniones en San Juan y una en Capital-, porque la última vez que hubo acuerdo de partes -23 de diciembre del 2010-, el convenio no fue homologado.
Uno de los planteos que se hicieron cuando en agosto del 2009 se comprometieron las partes en llegar a un acuerdo que deje conforme a todos, es que cada cultivo necesita una cantidad de personal -o jornales- que es distinta en cada caso. Es decir, no es lo mismo cosechar el ajo, cortarlo y empacarlo, que cosechar uva de mesa o recoger alcauciles. Es por eso que el valor sustitutivo fijo de $350 -incluye las 8 cargas sociales obligatorias- que se venía manejando no cerraba demasiado, porque para algunas actividades resultaba conveniente y para otras no tanto. Por ejemplo, para una finca de 5 ha. con ajo se necesitan entre 30 y 32 jornales, en cambio, para otras se necesitan unos 22, lo que ubica un valor promedio de 26 jornales que pone la tarifa sustitutiva media en unos $423.
“No va a ser una tarifa sustitutiva nominal. Se va a pagar un monto por hectárea cultivada vinculado a la cantidad de jornales que se necesitan para esa hectárea. Todo esto no comprende todas las labores, sino únicamente la de cosecha y empaque”, dijo Ernesto Peñafort, coordinador de las cámaras productivas en las negociaciones.
En el Sindicato de Trabajadores de Empaque y Expedición de Frutas y Hortalizas le ponen todas las fichas a que el acuerdo materialice cuanto antes: “Es una oportunidad histórica la que tienen los empresarios de regularizar la situación. La pelota está en el campo de ellos y esperamos que la propuesta sea importante”, dijo el secretario general, Rolando Valdéz.
