La industria del vino está pasando uno de sus momentos más difíciles, y los bodegueros y enólogos se están poniendo nerviosos porque llegó octubre, un mes clave para cerrar y enviar sus vinos al mundo, y no tienen botellas para envasarlos. Un sondeo preliminar entre bodegas locales medianas y pequeñas (sin contar las grandes) reveló que la falta de vidrio ya les ha hecho perder contratos por al menos $200 millones, y la cifra va a engordar a medida que se acerque fin de año. "Lo que no se vende en octubre y principios de noviembre, no se vende después", lamentó muy preocupado el directivo logístico de una bodega local. El problema grave es que no se vislumbra una solución, dado que las dos fábricas de envases del país -Cattorini y Verallia- tienen un cuello de botella, y en las bodegas ya hablan de que el perjuicio no sólo será para las empresas, sino que se va a transformar en un fenómeno social, porque al no producir habrá pérdidas de puestos laborales. Aseguran que ya hay bodegas adelantando vacaciones porque no tienen trabajo de fraccionamiento. La esperanza estaba puesta en un horno nuevo que ha puesto en marcha Cattorini, el principal fabricante que tiene sede en San Juan y Mendoza, pero desde la firma confirmaron a DIARIO DE CUYO que recién estará a plena producción en noviembre, es decir; será tarde para las industrias que tenían planes de exportación. Ricardo Galdeano, gerente general Cuyo de Cattorini, dijo que ya comenzó el proceso de calentamiento del nuevo horno ubicado en Mendoza, y que a fines de la semana próxima estará arrancando la primera línea, y la segunda hacia fines de octubre. "Es decir, durante noviembre tendremos en régimen ese horno en su totalidad, y obviamente eso va a ayudar al gran inconveniente que estamos atravesando por el faltante de vidrio", aseguró el directivo.

Tras las negociaciones entabladas por el Ministerio de Producción local y la intervención hasta del Ministerio de Desarrollo Productivo que dirige Kulfas, las bodegas sanjuaninas firmaron un acuerdo con Cattorini donde ésta promete proveer casi 5 millones de botellas hasta fin de año. "Eso está en curso y le vamos a dar cumplimiento tal cual dijimos, estamos en proceso de entrega, con un plan mensual para cumplirlo a fin de año", dijo Galdeano. Agregó que a partir de la puesta en marcha total del nuevo horno "la intención es apresurar las entregas de ese plan y terminarlo antes de tiempo". El problema que los tiempos de la fábrica no son los de las bodegas, y en el sector empresario hay desaliento y se multiplican las críticas hacia el gobierno por no haber intervenido de manera más enérgica para que la fábrica que tiene ventajas impositivas en San Juan cumpla con el mercado interno antes de exportar botellas. Oscar Biondolillo, de bodega Aguma, asegura que padece "pérdidas millonarias" porque Cattorini le viene cambiando las fechas de entrega de una partida vital para exportar. "Tengo barco para exportar el 30 de octubre. Inicialmente me iban a entregar botellas el 4 de septiembre, ahora me dicen que el 20 de octubre y sin confirmar. Están faltando a lo prometido", se quejó Biondolillo. Agregó que también ha quebrado stock de todos sus productos en el mercado interno, y se encuentra a esta altura del año con sobrestock de corchos, etiquetas, insumos y deudas, por la falta de vidrio. Mauricio Colomé, de bodega Casa Montes, aseguró que la empresa ha perdido el 25% de su facturación normal por la falta de botellas, y habló de sumas "millonarias". Colomé confirmó que para los negocios de comercio exterior, en octubre se debe despachar lo máximo posible de vino, porque es cuando los compradores mundiales se proveen para las fiestas. Luego las ventas se derrumban. Agregó que también los afecta la falta de contenedores mundial, por lo que no se pueden demorar. "Ya hay bodegas que están empezando a parar y hay riesgo de los puestos de trabajo, porque no pueden vender y sin facturar, es complejo seguir", aseguró. Un par de representantes de otras bodegas locales que prefirieron no identificarse coincidieron en que contar con envases en noviembre ya es tarde para poder exportar, y sólo se podrán volcar al mercado interno. Otro factor es que como toda la industria prefiere exportar, se está encareciendo el vino en las góndolas del mercado interno por la escasez.
 

  • El INV y la importación de envases

Bodegueros sanjuaninos se unieron al reclamo que realizó Bodegas de Argentina y el gobierno de Mendoza solicitando a la Nación que autorice importar botellas sin cobrar aranceles para paliar el faltante nacional que llega a 30 millones de envases. El Ministerio de Producción de San Juan dijo que la importación no es la solución, sino que Cattorini debe proveer al mercado provincial por estar ubicada aquí y gozar de beneficios fiscales. El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, se sumó a la polémica y le bajó el pulgar a la importación de envases. En su cuenta oficial de Twitter afirmó que el problema del vidrio es a nivel internacional, "hoy no hay vidrio en el mundo, por lo que no es una opción importar botellas. Y si lo hiciéramos, los tiempos hasta que lleguen son importantes". Aseguró que una importación de botellas tardaría entre 45 y 60 días en llegar a las bodegas, por lo que consideró que no es una alternativa viable. Hinojosa se mostró esperanzado en que a corto plazo comenzará a regularizarse la provisión de envases de vidrio, situación que se vio agravada por el incendio registrado la semana pasada en la fábrica Verallia. El funcionario dijo que ayudó para que técnicos de Brasil llegaran a reparar la línea y que pronto estará en funcionamiento, mientras que Cattorini está poniendo en funciones su nuevo horno y producirá 14 millones de botellas adicionales a las actuales.