A pesar de que las ventas se dispararon por el aumento del consumo de vinos, las bodegas no están celebrando porque están sufriendo la escasez de botellas y no pueden envasar todo lo que el mercado demanda. Lo peor es que no hay un plazo posible para que el escenario se revierta. En el sector advirtieron la semana pasada que están recibiendo un tercio, o menos, de las partidas de envases de vidrio que necesitan para sus vinos, lo que les impide cumplir con las ventas pactadas y les está causando pérdidas millonarias. El problema es grave y afecta a todas las bodegas locales -al igual que a las del resto del país- al punto que la Cámara de Bodegueros de San Juan solicitó la intervención del Ministerio de Producción hace un par de meses, pero pese a los esfuerzos oficiales, el problema sigue. Para dimensionar la magnitud, tan sólo una bodega tradicional de la provincia admitió que se está perdiendo de facturar $60 millones en estos días por no tener envases para fraccionar 50.000 cajas de vino que ya tiene vendidas.

Por su parte, desde la principal empresa de fabricación nacional de botellas, la cristalería Cattorini, explicaron a DIARIO DE CUYO que se quedaron sin stock a causa de las limitaciones por protocolo que causó la pandemia, combinadas con el aumento de la demanda. Dicen que ahora están al máximo de producción, pero que la oferta aún es menor a la demanda que se disparó desde mayo del 2020. Agregan que están realizando inversiones para incrementar la producción este año, pero no hay fecha probable y piden a los industriales que tengan "paciencia" en la actual coyuntura. "Estamos terminando un segundo horno de fabricación en Mendoza, que permitirá duplicar la producción en esa planta a 28 millones de botellas y sería un gran alivio, pero tenemos la dificultad de obtener la energía y gas necesarios y hemos pedido intervención al Gobierno mendocino y al INTI", dijo Ricardo Galdeano, el gerente general de Cuyo de Cattorini. La firma tiene una planta en Mendoza y otra en San Juan, con un horno en cada una, que actualmente están a pleno funcionamiento. El directivo explicó que a raíz de los protocolos por el coronavirus, las plantas debieron paralizar líneas de producción para garantizar el distanciamiento del personal y por esa situación, entre marzo y septiembre de 2020, se perdieron de fabricar 75 millones de botellas. Simultáneamente y por el aumento del consumo -que pasó de 18 litros per cápita a 21 litros el año pasado, según INV- se agotó el stock de 50 millones de botellas entre las dos plantas cuyanas. Aún así, con producción limitada, en un año 2020 de total incertidumbre Cattorini entregó 5% más de botellas que en 2019, y en el primer bimestre del 2021 incrementó un 6% la entrega respecto a igual periodo del año pasado", indicó Galdeano.

En las bodegas reconocen que si bien hay otra fábrica de botellas más pequeña -Verallia (ex Rayen Cura), también existe la demora y escasez del insumo. Esa firma no contestó la consulta de este diario.

PREOCUPACIÓN

Mario Pulenta, presidente de la Cámara de Bodegueros, reconoció que hay una gran incertidumbre entre los socios por la escasez de botellas. Contó que el ministro de Producción, Andrés Díaz Cano, se ocupó del tema y acercó las partes. Fue cuando cada establecimiento de la cámara entregó a Cattorini un plan del volumen requerido por tres meses. ""Hice la gestión a nivel nacional y a nivel de empresas y en su momento se solucionó. Cada bodega pasó por escrito una demanda de lo que necesitaba y teóricamente estaba solucionado", corroboró el ministro Díaz Cano. ""Nosotros lo que hicimos fue plantear esta inquietud al Gobierno y hubo un compromiso para que Cattorini, que tiene una planta en San Juan, priorizara un poco la demanda con un programa pre-armado para garantizar el abastecimiento de las bodegas locales. Eso anduvo al principio, pero ahora está volviendo a fallar", dijo Pulenta. Respecto a ese pedido trimestral, el directivo de Cattorini indicó que se han abocado a dar respuesta prioritaria a los clientes, en la medida de sus posibilidades. ""Deben comprender la situación más que enojarse, intento transmitir tranquilidad al mercado porque estamos trabajando y buscando cuanto antes tener más producción", señaló.


 

  • Protagonistas de la actividad

En las bodegas, por estos días la preocupación crece. Mauricio Colomé, desde bodega Casa Montes, explicó que este año está complicadísimo abastecerse de envases de vidrio. ""Desde noviembre que no podemos entregar cajas vendidas a nuestros clientes y eso nos perjudica enormemente", comentó. Añadió que este mes el establecimiento ha recibido 25 camiones de botellas, la mitad del requerimiento de esa empresa para atender los requerimientos de sus ventas. ""El problema es que necesitamos vender para vivir, por eso estamos haciendo algunos negocios de venta de vino a granel. Estamos sufriendo pérdidas millonarias, no sólo por la facturación sino por el terreno que se pierde en la góndola", afirmó el dirigente del sector.

En este panorama otra situación es la de un bodeguero de San Martín. Dijo que cumplieron a rajatabla con la estimación de botellas necesarias pedidas al proveedor Cattorini, de acuerdo a lo acordado con Producción. "No le pedimos más de lo previsto", dijo, y sin embargo no están recibiendo los insumos. ""Van tres meses del año y hemos recibido un solo camión de un total de cinco que precisamos. O sea que estamos más complicados que el año pasado. Antes, las fábricas de vidrio salían a buscar clientes, ahora estamos rogando y prendiéndole una vela a cada santo para que nos lleguen los envases" graficó.

Mauricio Fernández, de la bodega Fraccionadora San Juan, dijo que si bien recibieron el apoyo del Ministerio de Producción, se sigue atravesando un grave problema, porque la fábrica no está cumpliendo el plan de necesidades presentado. "No es sólo el faltante, sino el costo. Estamos recibiendo aumentos semanales, dos temas muy importantes que estamos sufriendo las bodegas en este momento", dijo. Fernández opinó que son demasiados los problemas que quitan el sueño a los industriales este año en medio de la cosecha, y mencionó entre las principales preocupaciones el precio de la uva, los altos costos y la escasez de envases. "Creo que este año vamos a perder mucho mercado del vino, y esperemos que no atente contra los stocks vínicos después", indicó el bodeguero.