El departamento Calingasta recibió sus primeros desembolsos por las regalías que genera la mina Casposo y en el municipio ya definieron en qué lo van a ocupar: 2 obradores para guardar vehículos y herramientas. Dicen desde la comuna que son obras “prioritarias” porque incrementaron 4 veces el parque automotor en los últimos 4 años y actualmente quedan a la intemperie. En los otros 2 municipios que reciben regalías mineras, Iglesia (por la mina Veladero) y Jáchal (por Gualcamayo), comenzaron con obras de tinte comunitario como erradicación de letrinas, alumbrado público o construcción de cordón-cuneta (ver aparte).
“En un mes el plan de estas dos obras lo enviaremos al Concejo Deliberante para que lo apruebe y para nosotros se trata de 2 obradores que nos van a solucionar un problema grave que tenemos ahora y es que todos los vehículos están totalmente a la intemperie. Por lo pequeño de los montos que nos van ingresando, ejecutaremos las obras con un ritmo lento para que dispongamos de la plata”, explicó el secretario de gobierno municipal, Jorge Castañeda. Y agregó que “luego, sobre la marcha, iremos viendo el destino de la plata y ocupándonos de otras necesidades que surjan, pero no hay que olvidarse que es una mina chica y el dinero por regalías no es tan grande como en otros departamentos”.
Cuando arrancó la gestión del actual intendente departamental, Robert Garcés, el parque automotor estaba compuesto sólo por 3 camiones y 2 camionetas. En cambio ahora el plantel de vehículos es más cuantioso: 12 camionetas, 5 camiones, 2 colectivos -uno es exclusivo para el traslado interno de alumnos desde la villa cabecera hasta distritos alejados del departamento como La Isla, Colón o Hilario- y dos máquinas motoniveladoras -una vieja y otra que entregó hace unos meses el gobernador Gioja a todas las comunas-, a eso se le suma herramientas de laboreo, donde todas quedan en un playón sin cierre perimetral ni techo.
El primer envío de dinero que llegó a las arcas del municipio fue de $9.000 y un segundo desembolso que trepó a los $62.000, mientras que en unos 20 días llega la tercera partida de dinero, según precisó Castañeda. Por las dimensiones de la mina Casposo, el dinero que arribará a las arcas del municipio será reducido, comparado con lo que “derrama” a las comunas Veladero y Gualcamayo, que ya dejaron $111.463.082 (aporta desde el 23/8/2006) y $10.215.843 (la primera remesa la recibió en julio del 2009), respectivamente. En este sentido, comentaron que las obras que encararán serán “chicas” y que aprovecharán, por ejemplo, el fideicomiso por Casposo, que definieron que con una parte se repavimentará la ruta que une Villa Calingasta con Villa Nueva.
Toda la plata -un total de $71.000 hasta el momento- está en una cuenta corriente y dijeron en el municipio que no la podrán a plazo fijo, como sí optaron en hacer con parte del dinero los municipios de Iglesia (unos $8 millones destinados a ese fin) y Jáchal (otros $3 millones). En el caso del departamento que conduce el intendente Mauro Marinero, el jefe comunal fue contra lo que dice la ley provincial y amparado en una ordenanza municipal, destinó los intereses que generaba el dinero a pagar gastos corriente, como contratos y becas, pero como fue advertido por la Fiscalía de Estado, derogó la norma y corrigió la irregularidad en mayo de este año. Así las cosas, los intereses que generen estos plazos fijos mineros deben ir sí o sí a parar a la realización de obras de infraestructura y no puede recaer en rentas generales, excepto que se trate de cuestiones de fuerza mayor, por ejemplo un desastre climático.

