Anuncio. El CEO global de la firma, Alexandre Bompard, estuvo al frente de la presentación que se realizó ayer en París (Francia).

Se terminaron las especulaciones y finalmente Carrefour presentó ayer en París su plan de reestructuración de cara a 2022. Básicamente la compañía buscará en los próximos cinco años achicar parte de su estructura y promete además invertir fuerte para fomentar el comercio electrónico.

Sólo en Francia ofrecerá retiros voluntarios a 2.400 empleados y si bien el CEO global de la firma, Alexandre Bompard, no hizo referencia a otras latitudes se espera que el recorte de personal también llegue a Latinoamérica.

Por lo pronto, en lo que respecta a la Argentina, se anunció la reconversión de 16 hipermercados en maximercados. Es decir, la apuesta aquí es al comercio mayorista y competirá con tiendas como Makro, Vital o Diarco. Ante esta situación los gremios locales continúan en alerta porque temen por la continuidad de las fuentes de trabajo.

Retomando la estrategia global Carrefour prevé recortar sus costos en alrededor de 2.000 millones y buscará además continuar potenciando las ventas de productos con marca propia en todo el mundo, hacia 2022 estima que representarán un tercio de sus ingresos.

Un capítulo aparte se lleva el desarrollo en el comercio electrónico porque invertirá 2.800 millones en cinco años, seis veces más que el ritmo actual y el objetivo es que en el próximo lustro este segmento represente ingresos por 5.000 millones de euros y un 20% del total facturado en Francia.

Para concretar este plan la multinacional selló un acuerdo estratégico con el holding chino Tencent - dueño de QQ.com y WeChat- y de esta manera sumó un socio estratégico en el creciente mercado asiático.

Mientras tanto en las principales ciudades de la Unión Europea inaugurará alrededor de 2.000 tiendas de proximidad, lo que en Argentina se conoce como Carrefour Express. Este esquema muestra pocos empleados, stock acotado de productos y mayor incidencia de aquellos con marca propia, es decir mayor rentabilidad y menor inversión.

El ajuste continúa por los 370 locales que la compañía le compró a la firma DIA en Francia y que finalmente no logró integrar rentablemente a su amplia cadena. En una primera instancia intentará venderlos pero en caso de no encontrar interesados la decisión de cierre ya está tomada.

Finalmente, durante los próximos tres años se desprenderá de activos inmobiliarios no estratégicos valorados en 500 millones de euros.