Aunque el calendario marcó que el otoño comenzó el 21 de marzo pasado y las temperaturas bajas todavía no llegan, los comerciantes ya empezaron a prepararse para el cambio de temporada. Pero en el sector dicen que compraron los stocks mínimos como para comenzar y a medida que las ventas vayan evolucionando irán ampliando las adquisiciones. Este panorama se da en un contexto en el que la ropa de abrigo viene con incrementos que llegan al 200% y el calzado registra subas de hasta el 150% con respecto al 2022.

El fenómeno no implica que vaya a faltar mercadería sino que las fuertes subas de precios y para no excederse en los presupuestos, los comerciantes optaron por moderar las adquisiciones y ajustarlas a lo necesario como para iniciar las ventas del periodo otoño-invierno.

"La compra de mercadería ha sido de un stock mínimo e ir viendo cómo se comportan las ventas, para después ir aumentando los volúmenes", dijo Laura Zini, titular del Centro Comercial de San Juan.

Leonardo Borgogno, desde la Cámara de Comercio, explicó que uno de los motivos para moderar las compras ha sido que los proveedores no dan mucha financiación. Otorgan descuentos de entre el 5 al 10% por compras de contado, pero no todos los comerciantes tienen fondos disponibles. Y la financiación no excede de los 30 días.

"Los precios han aumentado debido a la inflación y a la poca disponibilidad de importación. Los pagos y plazos con los proveedores varían, pero son cortos. Y las expectativas de ventas futuras dependen del clima", dijo el dirigente.

Los empresarios del sector mencionan que una de las razones del fuerte aumento de los costos, que en la ropa de abrigo puede llegar al 200%, se debe a que contienen telas importadas, difíciles de adquirir para los proveedores.

Desde la Cámara de Comerciantes Unidos, Marcelo Quiroga habló de un panorama en que "el comercio no es ajeno a la crisis que vive el país, donde todos los días se están cambiando las listas de precios, lo que genera un problema a la hora de reponer la mercadería". Y agregó que "los fabricantes tienen escasez de telas porque sufren la constante variación de precios de los insumos, muchos de los cuales son importados". A lo que añadió los problemas que ocasiona el incremento de la presión impositiva y los problemas de acceso a los dólares para el pago proveedores.

En cuanto a las ventas mencionó que hay "poco dinero circulante" y que por eso la gente se vuelca "al pago electrónico con tarjetas de crédito". Esa situación ha provocado que, por ejemplo, muchos comercios locales ofrezcan descuentos por pagos en efectivo.

Algunos ejemplos de precios de ropa de la nueva temporada son las camperas térmicas desde $18.000, joggins desde $12.000, parcas desde $25.000 pesos, buzos desde $8.000 y jeans desde $10.000.

Otros problemas que preocupan a los comerciantes son los constantes aumentos de los alquileres de los locales, la presión impositiva y los costos laborales.

Un dato que sirve para demostrar las dificultades del sector es que, según el índice de ventas minoristas que elabora todos los meses la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en el mes de marzo que finalizó hace pocos días atrás el sector textil y de indumentaria registró una caída del orden del 10,1%, mientras que calzado y marroquinería tuvo una retracción en el mismo período del 2,9% (ver aparte).

De todos modos, los comerciantes consultados confían en que, cuando las temperaturas empiecen a bajar, la gente se animará a comprar y por eso mejorarán las ventas.

CAÍDA
10,1 
Es el porcentaje de reducción de las ventas de indumentaria en el país, según datos de la CAME en un relevamiento de todas las provincias argentinas. La comparación es con marzo del 2022. La entidad consultó a 1.184 negocios.

> El panorama a nivel nacional

Según el relevamiento nacional de CAME, las ventas minoristas pymes descendieron 0,1% anual en marzo, medidas a precios constantes, y suman así un declive del 0,4% en el primer trimestre del año, frente al mismo periodo de 2022. En la comparación mensual, los comercios vendieron 0,7% más que en febrero.

Cuatro de los siete rubros relevados vieron reducir sus ventas en el contraste interanual, registrándose el mayor retroceso en Indumentaria (-10,1%), mientras tres rubros finalizaron en alza, con la mayor suba en Farmacias (+8,2%).

En la suma del primer trimestre, comparado con el mismo periodo de 2022, prevalecieron los aumentos, con cuatro rubros en alza y tres en baja. Los rubros que más crecieron y cayeron fueron los mismos que para este último mes, Farmacias (+8,9%) e Indumentaria (-11,8%).

En el periodo, los hogares mantuvieron sus niveles de consumo en alimentos y bebidas y evitaron productos como indumentaria y calzado.