Se venían quejando desde los días previos a la Navidad por la falta de control a los vendedores callejeros. Y el detonante fue el martes, en vísperas de las venta de Reyes, jornada en que los ambulantes coparon las calles y veredas del microcentro.

Ayer, el día después, las autoridades del Centro Comercial de la Ciudad patearon el tablero y se declararon en rebelión fiscal contra la comuna capitalina, responsable de esos controles: el presidente de la entidad local más grande, que reúne al comercio minorista, Hermes Rodríguez, anunció que los negocios adheridos no van a pagar de ahora en adelante las tasas municipales "ante la falta de medidas oficiales para combatir la competencia desleal". Agregó que, incluso el sector está analizando con su área jurídica, y una vez que termine la feria judicial, "la posibilidad concreta de iniciarle alguna acción judicial al ejecutivo municipal, por incumplimiento de los deberes de funcionario público".

Pero a la declaración de los comerciantes rebeldes se contrapuso ayer por la tarde la ofensiva municipal, cuando el propio intendente Marcelo Lima agregó un condimento que roza el escándalo: "Se quejan, pero el comentario es que ellos mismos les proveen la mercadería para no pagar impuestos. Lo estamos investigando y cuando tenga pruebas lo vamos a denunciar", dijo el funcionario.

Agregó que en la comuna se está llevando adelante una investigación conjunta con la DGI por ese tema, y que pronto se van a conocer los resultados. "Hay algunos comerciantes que no tienen nada que ver y resultan perjudicados, pero también hay muchos que son pícaros. Para terminar con la venta ilegal se necesita que no existan comercios que provean la mercadería".


Rebeldes


"Lo que hemos decidido es que no vamos a pagar las tasas al municipio. Pero no vamos a evadir impuestos, vamos a realizar un depósito judicial en alguna escribanía que lo tenga en custodia y donde las autoridades municipales no lo puedan tocar hasta que cumplan con su deber de combatir el comercio desleal", dijo en la mañana Rodríguez. Agregó que la mayoría de los socios están de acuerdo con la medida, "incluso se han sumado otros comercios que no son socios del Centro, ante la disconformidad por la inacción municipal".

El dirigente dijo ayer que la decisión de no pagar los tributos municipales fue propuesta por varios socios el mismo miércoles 5, jornada en que casi no se podía caminar por el centro debido a que las calles y veredas estaban plagadas de puestos de juguetes, electrónica y productos varios para los niños.

El problema se agravó por los cortes de calles que efectuó la policía desde las 10.30 de la mañana, en las arterias Laprida, entre General Acha y Rioja y la calle Tucumán, desde Libertador hasta Laprida. "Fue una vergüenza, en esas calles los ambulantes se habían instalado hasta con mostradores", dijo ayer Rodríguez. Desde ese momento, y durante toda la jornada, los teléfonos de las oficinas de la entidad no cesaron de sonar y la secretaria estuvo dedicada a recepcionar las quejas de los comerciantes por el desborde que se había producido. Uno de esos llamados provino de una conocida importadora ubicada en calle General Acha, entre Tucumán y Laprida, que fue literalmente "invadida" por los ambulantes que se instalaron con sus paños y mesas frente a las vidrieras y hasta el borde mismo de la entrada al negocio, ofreciendo productos similares.

Fuentes del municipio informaron que los inspectores salieron a la calle esa jornada, pero que fueron sobrepasados. Por su lado, representantes del comercio indicaron que vieron cómo muchos ambulantes que se habían ubicado en el microcentro iban constantemente hasta el salón acondicionado gratuitamente por la municipalidad hace dos años, en Avenida Rioja 27 Norte, para reponer mercadería. "No pagan alquiler, no pagan tasas, no pagan nada y así pueden tener precios más bajos. venden más que nosotros y encima te aprietan con los tributos", se quejó ayer Rodríguez.