Los datos oficiales indican que las exportaciones de mosto siguen aumentando, con un repunte del 56,9% en toneladas en el mes de abril y un acumulado entre enero y ese mes del 48,1%, siempre respecto al 2018. Los precios, según dicen los exportadores, han bajado respecto al año pasado -hablan de un precio promedio de U$S 1.382 la tonelada de concentrado en el 2018, frente a un promedio en lo que va del año de U$S 1.137- pero el volumen de ventas tiene fuertes perspectivas de crecimiento de aquí a fin de año, por factores externos, lo cual es positivo para ayudar a bajar los sobrestocks vínicos que pesan en la vitivinicultura. En ese juego los mejores pronósticos están empujados por el "factor China" donde se fabrica el jugo de manzana, el principal competidor del mosto. En cambio los nubarrones vienen por Japón. Ambos casos se centran en cambios de reglas de exportación que han sucedido en el último tiempo.

El gigante asiático es el principal proveedor a nivel mundial de mosto de manzana, que compite de manera directa con el de uva que exporta San Juan y Mendoza. Hay noticias aún no confirmadas por la Cámara de Exportadores de Mosto, de que las heladas en las regiones productoras chinas el mes pasado provocaron una merma en la producción y por ende, en la oferta exportable. Pero además en el sector están expectantes por los efectos que tendrá la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y que podrían derivar en una importante oportunidad para el jugo de uva que se produce en estas tierras. Estados Unidos es el comprador Nro1 del mosto cuyano, captando el 40% de las exportaciones. La gestión Trump fijó un aumento de arancel a varios productos, entre los cuales está el jugo de manzana; elevándolo del 10% al 25%. Eso hará que ese producto se encarezca mientras que el jugo de uva ganará competitividad. ""Si se cumple, nos pone en una posición mejor", dijo Fernando Morales, presidente de la Cámara de Mosto. La entidad también ha presentado a la embajada Argentina en Estados Unidos un pedido para que el producto ingrese al Sistema General de Preferencia Arancelaria, lo que significaría una quita total o parcial de aranceles para el ingreso a ese país. La petición se hizo también a la Secretaría de Agricultura de la Nación y a la Corporación Vitivinícola Argentina, y en caso de lograrse, sería un golazo para las exportaciones. Morales adelantó que se ha cursado un pedido similar al Gobierno de Japón, el segundo destino de las exportaciones cuyanas; porque este año entra en vigencia un acuerdo entre los países de la Unión Europea que dejará al mosto local en gran desventaja: A partir de febrero próximo España, el principal productor mundial de mosto de uva; tendrá arancel cero para entrar a Japón, mientras que el mosto argentino paga un arancel del 19,1%. En este caso, la presentación se hizo hace unos 60 días a la embajada de Japón en Argentina. Una tercera acción se está realizando a través de Coviar ante la Secretaría de Comercio Exterior de la Nación para que el acuerdo que está por firmar el país con la Unión Europea incluya la determinación de arancel cero tanto para los envíos de mosto argentino a Europa y viceversa, al igual que las pasas, uvas en fresco y vinos fraccionados y a granel. El jueves pasado fue la última reunión con la titular nacional de esa área, Marina Vilchez; a la que asistieron autoridades de la cámara del mosto. "Es un destino más chico, pero todo suma", señaló Morales. 

Volviendo al crecimiento que están experimentando las exportaciones y la medida de devolver las retenciones a quienes aumenten los envíos que implementó la Nación para paliar la crisis, en la entidad dicen que el impacto fue menor, porque sólo benefició a mosteras chicas con poca participación en el volumen total de exportaciones.