Para que el precio de la uva valga debe valer el vino. Y para que eso ocurra debe haber cada vez más consumidores. Lo cierto es que en el mundo occidental esto no ocurre. Entonces los excedentes deben volcarse a nuevos mercados. Hoy los grandes países productores (España, Francia, Italia) y los del Nuevo Mundo (Australia, Chile, Sudáfrica y por supuesto la Argentina) compiten rabiosamente en la conquista de clientes asiáticos de China, Singapur, Hong Kong, Taiwan y Japón. Sin esos mercados no hay vuelta a sus excedentes. ¿Pero qué sucede con sus mercados internos?. La caída en los últimos años ha sido alarmante. Lejos quedaron los más de 100 litros por habitante de los consumidores europeos o los 90 litros de los años 70 de la Argentina. Ese espacio perdido lo ganaron la cerveza, otras bebidas alcohólicas (caso Fernet) jugos y gaseosas. Está claro que esto se debió a cambios de costumbres de una vida moderna, pero mucho también a la caída de la calidad de los vinos ofrecidos, sobre todo los más baratos. Cerrando el círculo negativo hay poca inversión en marketing y publicidad del vino.
Si no hacemos nada por reconquistar mercado en forma urgente, la vitivinicultura seguirá en crisis con la desaparición de muchos productores y bodegas y la concentración seguirá en manos de unas pocas empresas que seguirán manejando el mercado. Hoy cuatro firmas en la Argentina venden más del 50 % del vino.
Una acción es ganar a los jóvenes y en especial a las mujeres. Otros países ya están avanzando en este tema.
Según el último informe de la consultora norteamericana Wine Market Council se ha constatado un notable aumento en el segmento de consumidores de vino que denominan de ‘alta frecuencia‘, aquellos que consumen vino varias veces a la semana. Este segmento ha crecido más del doble en los últimos 15 años, pasando del 7,6% en 2000 al 13% en 2015, un aumento que la consultora atribuye a los consumidores ’Millennials’ (generación del milenio).
Definidos como aquellos consumidores con edades comprendidas entre los 21 y 38 años, la generación ’del milenio’ representan ahora la mayor tasa demográfica en los EEUU con el 36% del total.
En 2015, la generación del milenio superaron por vez primera como consumidores de vino a los ’Baby Boomers’ -aquellos de edad entre 51 y 69 años- que se quedaron en el 34%, dejando a la Generación X -el grupo de edades comprendidas entre los 39 y 50 años- en el tercer lugar con sólo el 18%. En general, la generación del milenio bebió el 42% de todo el vino en los EEUU el año pasado.
EL CASO ESPAÑOL
Por primera vez en España, las Denominaciones de Origen se unen en una campaña única para activar el consumo de vino entre los jóvenes. Con un lenguaje directo, fácil y sin artificios, a través de Internet y las redes sociales, ’Movimiento Vino DO’ ofrece contenidos divertidos y atractivos. En Madrid, más de un centenar de jóvenes apasionados del vino, bodegueros, viticultores, enólogos, sumilleres y personas ligadas a la cultura han brindado por el Movimiento Vino DO, primera campaña de comunicación que lanzan de forma conjunta las Denominaciones de Origen, una iniciativa de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas. Según el sitio digital Vinetur el movimiento surge como respuesta a una situación muy concreta: ‘aunque el vino de nuestro país está entre los de mayor calidad y diversidad del mundo, su consumo ha ido descendiendo en los últimos años, con 16 a 18 litros, per cápita, en contraste con nuestros vecinos franceses, portugueses e italianos que rondan los 40 litros‘. El presidente de CECRV, Amancio Moyano también señaló que el objetivo de esta campaña es ‘acercar el vino con D.O. al público en general y a los jóvenes en particular, para que lo tengan en cuenta como una opción de consumo más y de vivir el vino‘.
El acto de lanzamiento ha permitido develar algunas de las ideas centrales de la campaña. Movimiento Vino D.O. cuenta con una plataforma web (www.movimientovinodo.es) y está presente en las redes sociales. Desde Facebook, Twitter, Instagram y un canal propio en Youtube; los usuarios que se sumen al Movimiento Vino D.O. entrarán a pertenecer a un colectivo con intereses e inquietudes comunes, donde podrán compartir su pasión por el vino con Denominación de Origen, acercarse a la cultura del vino a través de un lenguaje cercano, visual, directo, de tú a tú y con variedad de agenda de actividades. Viendo esto no perdamos tiempo en la Argentina y apuntemos no solo a la exportación sino al desarrollo de nuestro interesante mercado interno (ubicado dentro de los 10 principales del mundo) a través de una estrategia consensuada a este sector de consumidores. Si no lo hacemos el consumo de vinos, hoy de 23 litros per cápita, seguirá en caída libre.
