Imprescindible. El pan es un producto que no puede faltar en la mesa de ninguna casa, pero los precios varían mucho de acuerdo al comercio donde se lo adquiera.

Tras el resultado de las PASO, que generó incertidumbre política y una fuerte escalada del valor de los alimentos, el precio del pan subió un 25% al pasar de 60 pesos el kilo a los 75 pesos, según el costo sugerido por la Cámara Gremial de Industriales Panaderos, que agrupa a los grandes comercios del rubro. Pero todavía queda un retoque de un 6,5% para llevar el monto a los 80 pesos desde el lunes. Con estos importes, crece la brecha con las bocas de expendio de los barrios, donde el valor está en los 60 pesos y no hablan de modificarlo para que no les caigan las ventas.

La razón de la fuerte suba no es otra que el salto que pegó el valor de la bolsa de harina, que antes de la contienda electoral costaba 900 pesos y ahora trepó a entre 1.200 a 1.300 pesos, dependiendo de la calidad del producto. La razón, según fuentes del sector, es que el precio de la bolsa está atado al dólar porque el trigo se exporta y cuando la divisa norteamericana sube, como ha ocurrido ahora, el incremento se traslada al mercado interno.

El otro fenómeno en esta actividad es la fuerte brecha de precios entre las grandes panaderías y las de barrio. Para tratar de explicarlo hay que decir que en los comercios de mayores dimensiones sostienen que tienen gastos más altos por el alquiler de locales, los sueldos del personal, impuestos y servicios como luz y electricidad. Manuel Rodríguez, presidente de la Cámara Gremial de Industriales Panaderos, estimó que sólo en el centro de la ciudad hay una 20 panaderías de este tipo. En cambio en los barrios de la periferia e incluso en los departamentos del interior no tienen costos tan altos porque hasta muchas veces tienen los empleados en negro y así pueden bajar los precios.

"Es difícil competir con los negocios que no tienen el personal en libros", se quejó Hugo Bueno, propietario de la panadería San Nicolás, en Caucete. Puso de ejemplo que, por empleado, deben pagar entre 40.000 a 45.000 pesos mensuales, con aportes patronales incluidos. En cambio, los que están al margen de la ley, les pagan entre 500 a 600 pesos por día al personal, con lo cual el costo disminuye sensiblemente y pueden vender el kilo de pan mucho más barato.

Daniel Albarracín, con local en el Súper de la calle General Acha, dijo que el kilo de pan está a 60 pesos y que no tiene pensando subirlo para no perder clientela. Y mencionó que cuándo más vende es en los días fríos y en la época invernal. "Nada mejor que mate con una tortita o con una rebanada de pan tostado", sostuvo el comerciante.

La docena de facturas oscila entre los 120 a los 150 pesos y las tortitas cuestan entre los 5 a los 8 pesos, según el comercio. En estos artículos también hay diferencia.
 

Bolsa

1.300  Es el valor de la bolsa de harina de 50 kilos. Antes de las paso costaba 900 pesos.

Caída

30  Es el porcentaje en el que se han reducido las ventas, según fuentes del sector.

Abastecimiento

En los primeros días tras las PASO, ante la incertidumbre por la falta de precios, los proveedores no querían entregar harina, pero la situación ya se normalizó.