La temporada alta de turismo empezó con un movimiento mejor al esperado, pero todavía bajo en los departamentos alejados. Esto marca una diferencia con lo que sucede en el Gran San Juan, donde se cayeron reservas y hay preocupación en el sector. Comparado con las expectativas que había en diciembre, la afluencia mejoró del 37,5% promedio al 64,5% promedio en Valle Fértil, Jáchal, Iglesia y Calingasta. Aun así, en los destinos tradicionales de la provincia quedaron varios puntos por debajo de lo que es una temporada de verano normal. A esto se suma que quienes llegan a pasar unos días lo hacen por menos tiempo y, en muchos casos, se aseguran hospedaje y comida y gastan poco. 

El departamento que tiene peores números es Valle Fértil. En el Este de la provincia, están acostumbrados en enero a un 80 por ciento de ocupación en sus cerca de 50 complejos turísticos. Pero, durante los primeros días del año, apenas el 30 por ciento de las plazas se encuentran ocupadas. Ese nivel tan bajo supuso una mejora respecto a lo que esperaban en diciembre, cuando las reservas apenas alcanzaban el 10 por ciento, según los datos que dio el municipio en su momento a este diario. Mario Barros, presidente de la Cámara de Turismo departamental, señaló que tuvieron una reunión con las autoridades vallistas del área y de Ischigualasto para analizar promociones que incentiven las visitas. "Por ahora, se trata de propuestas, pero se podrían hacer promociones y que el municipio haga tasas especiales para quienes se sumen o, incluso, entradas gratis para Ischigualasto a quienes se queden más de tres noches", ejemplificó. 

La poca permanencia es otra de las variantes que se vio durante este verano. Desde Iglesia, donde las reservas eran de un 60 por ciento y la ocupación alcanzó el 70 por ciento en estos primeros días, también notaron que se trata de estadías cada vez más cortas. La secretaria de Turismo municipal, Fany Perna, aseguró que, si bien están cerca de los valores de otros años, los visitantes pasan poco tiempo en el departamento, alrededor de dos o tres noches en los hospedajes, "cinco como mucho es lo que se ve". En cambio, antes de la actual crisis inflacionaria, la permanencia era de una semana a quince días en promedio. 

Calingasta fue el que mejoró más entre las expectativas que tenían en diciembre a la ocupación durante enero. En el departamento esperaban tener un 30 por ciento de sus plazas ocupadas y, finalmente, consiguió llegar al 78 por ciento. Mauricio Olivera, titular de Turismo, explicó que hubo una gran cantidad de turistas que llegaron sin reservas previas, lo que dio como resultado un valor similar al de un año normal. La mayor parte de los turistas eligieron Barreal, mientras que en la villa cabecera y otras localidades no llegaron a esos valores. Otro punto que generó ese salto fue que en los últimos días llegaron al departamento turistas extranjeros que se preparan para ascender al cerro Mercedario durante los días de más calor, cuando es más fácil. Del resto de los visitantes, la mayoría son de Córdoba, Buenos Aires y San Juan. 

Finalmente, Jáchal también mejoró entre las expectativas y los números finales. En el departamento norteño tenían reservas del 50 por ciento y en cabañas subió hasta el 80 por ciento, explicó el titular de la Cámara de Turismo, Julio Pérez. El escenario es distinto en hotelería, ya que solo alcanzan un 10 por ciento de ocupación, aunque, en general, en verano no es la opción más elegida. Esa diferencia, explicó el empresario, se debe a que en las casas, cabañas y apart los visitantes pueden "cocinar, tener el espacio y hasta hacer una juntada en el lugar, no tener que ir a un boliche". Esto se traduce en que son menos los gastos que hacen durante la estadía, algo que adelantó que golpeará al sector gastronómico y de servicios. 

Servicios en jaque
Quienes vacacionan están gastando menos a la hora de salir a comer o al hacer excursiones, aseguraron empresarios turísticos, lo que afecta a todos aquellos que tienen emprendimientos en los principales destinos.

Mejora
78
  Por ciento fue el nivel de ocupación que alcanzó Calingasta, cuando en la comuna esperaban un 30 por ciento.