"Esta gente se ha jactado de votar a favor de una ley de inversiones mineras por unanimidad en los dos congresos, y justamente esa normativa trabajaba sobre la estabilidad jurídica e impositiva por 30 años por lo menos. Qué mal le haríamos a nuestro país si esa misma gente hoy dice que la industria ha cambiado y quiere cambiar esa misma estabilidad con la que atrajo a los inversores", opinó ayer el presidente de la entidad que agrupa al sector empresario minero de San Juan, Ricardo Martínez.
La posición de la Cámara es que se puede "corregir el cálculo, pero no cambiando las bases de lo que dijo en su momento".
La reacción es porque se conoció que hay tres proyectos en estudio para modificar el régimen y que José Luis Gioja cree que hay que hacer modificaciones a la ley nacional. Dos de ellos son del giojismo. Uno del diputado nacional Daniel Tomas (que cuenta con la ventaja de ser el presidente de la comisión de Minería en la Cámara alta) que propone cambiar la base de cálculo, en vez de 3% del valor boca mina a 3% del valor de facturación. Otro es el del senador César Gioja, que propone un esquema de porcentajes variables. El tercero es del diputado nacional opositor Mauricio Ibarra que quiere que se fije el 7% y del valor de facturación.
Martínez dijo que ellos creen que la ley es clara pero "en la operación, por cuestiones políticas, se ha tergiversado". Así, la primera opción es que no se cambie la normativa pero si se cambia, quieren que sirva para "corregir" el sistema actual y que no les cobren más. Según Martínez, pasar "alegremente" el 3% de boca mina a 3% de facturación es equivalente para el empresario a pagar un 15% de boca mina.
"Lo que propondríamos es que se busque la media internacional, el valor que pagan en regalías en todos los países y que sea cobrado como le interese al país. Pero no se puede cambiar el tope equivalente, porque si no estamos cambiando la normativa", aseguró.
Martínez dijo que intentarán hablar con los legisladores porque a ellos nadie les consultó orgánicamente. "Estamos quedando mal ante toda la comunidad inversora internacional y eso pone no sólo en peligro los de futuro, sino los proyectos actuales también". concluyó.