El principal mercado de los vinos fraccionados para las bodegas argentinas es Estados Unidos, ya que prácticamente el 50% de lo vendido va al país del Norte y de la mano de nuestra variedad emblema: el Malbec. Por ello saber qué sucede con este mercado a futuro es muy importante para la toma de decisiones, máxime en un momento en que luego de 10 años de constante crecimiento de Argentina en exportaciones, por primera vez las mismas han caído en comparación con el año pasado un 23% en volumen.
Un valioso informe del Observatorio Vitivinícola Argentino basado en datos de Euromonitor International analiza el mercado de Estados Unidos tras la recesión y explica cómo evolucionan los hábitos de consumo, cómo pueden influir estas tendencias en las exportaciones de vinos argentinos y cuáles son las prospectivas para el consumo de vinos en Estados Unidos.
Estados Unidos sufrió una importante crisis entre 2008 y 2009 tuvo un gran impacto, no sólo en el nivel de gasto de las personas, sino en sus costumbres y tipos de consumos. Una población poco acostumbrada a la incertidumbre económica, reaccionó con extrema cautela, racionando gastos, remplazando marcas líderes por segundas o terceras, dándole un nuevo valor a la relación calidad – precio de un producto y, en general, intentando aumentar su tasa de ahorro.
En ningún momento de la recesión el consumo disminuyó. Si se produjo un intercambio de vinos de segmentos superiores de precios hacia los inferiores, mientras que la necesidad de ahorrar reemplazó las salidas a comer afuera por reuniones dentro del hogar.
Argentina se vio poderosamente favorecido por estos cambios, ya que abrió la puerta masiva al consumo del Malbec. El consumidor norteamericano encontró en la relación calidad-precio de nuestros varietales una excelente ecuación y las ventas se dispararon, al punto que los analistas de este país consideran que el efecto Malbec por sí mismo ha cambiado la estructura de precios de este mercado.
Según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, las ventas argentinas de Malbec a este país en los últimos cuatro años crecieron un 159%, llegando a más de 221 millones de dólares. Y si se considera sólo el vino en botella (80% en 2012), no sólo el volumen creció, sino que también este varietal se revalorizó, creciendo su precio promedio un 6% hasta US$ 4,50 por litro. Sin embargo, la crisis mencionada llegó a su fin, la economía y el consumo empezaron su recuperación y la pregunta que ronda en todos los tomadores de decisiones es: ¿cómo será el consumo post recesión? ¿Retomará las tendencias que tenía antes de la crisis? ¿Ésta última habrá dejado aprendizajes que modifiquen los hábitos en forma permanente?
EL IMPACTO DE LA RECESIÓN
La recesión en Estados Unidos tuvo impacto en el valor de las ventas de vinos, pero no en el volumen. En los años post crisis este efecto no sólo se detuvo, sino que se revirtió, dando lugar al efecto contrario, que usualmente se denomina ‘premiumización‘, es decir, el recambio de vinos de menor precio por los de mayor. La prueba de esto es que Premium es la categoría que más crece en el último año. También se recupera lentamente el consumo de vinos fuera del hogar aunque esta modalidad de venta aún se vea afectada por la desconfianza de los consumidores y su reticencia a pagar los altos precios en restaurantes. El fenómeno de socializar puertas adentro es quizás una tendencia que dejó la crisis para quedarse, ya que el consumo de vinos en casa sigue creciendo.