La modificación de las metas trimestrales del acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional serán conocidas en un reporte que se dará a conocer tras la consideración del caso por parte del Directorio del organismo e incluirá una revisión de la estimación de inflación, precisó Gerry Rice, vocero del FMI en el marco de la conferencia de prensa brindada este jueves desde Washington ante una consulta de Ámbito.

Tras afirmar que todas las metas cuantitativas del primer trimestre fueron alcanzadas, en reiteradas oportunidades Rice enfatizó que las metas anuales comprometidas en el acuerdo “se mantienen sin cambios” y consideró que su cumplimiento “es crítico para la recuperación económica” del país.

La modificación en las metas cuatrimestrales sucede “regularmente” en estos programas, precisó el vocero. Sostuvo que fueron el resultado de los cambios en el contexto internacional derivados de la guerra en Ucrania.

Precisamente una de las consecuencias del conflicto bélico es la suba en los precios de los alimentos y, en este sentido, las previsiones de inflación para la Argentina serán reevaluadas ya que estos incrementos están impactando en los índices de precios.

Ante la insistencia de los periodistas sobre cuándo analizará el directorio del organismo la primera evaluación del programa argentino, Rice señaló que “no tengo una fecha definida, pero estimo que será en un rango entre 3 a 4 ó 6 semanas”.

Tras la consideración por parte del Directorio del FMI del informe técnico (staff report), el mismo será difundido y en ese momento se conocerán “más detalles” sobre los cambios en las metas.

El FMI ha resultado ser el mejor aliado que cuenta hoy el ministro Martin Guzmán. Es que al haber anunciado la modificación de las metas trimestrales le facilita no incumplir la segunda revisión que, faltando escasos días para su conclusión, analistas privados ya estimaban que no se podría cumplir.

Cabe recordar que se estableció una meta del déficit fiscal primario del 2,5% del PIB para 2022, y mismo tiempo reducir el financiamiento monetario al 1 % del PIB.

Si bien es cierto que se dejan sin modificación las metas anuales, de todas maneras, estos cambios facilitan no caer en incumplimientos. “Se patea todo para fin de año”, resumía un analista internacional. Otro dato que muestra “la buena voluntad o flexibilidad del FMI” es la aceptación de la “creatividad contable” que le permiten a la Argentina de esta manera cumplir en las “formas con las metas. La duda es, si esta contabilidad creativa será aprobada por el organismo en el futuro.