El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, advirtió ayer que la pretensión de aumentos salariales entre un "30 y un 35 por ciento", como adelantó el gremialismo opositor, "no aporta a la racionalidad de la discusión" paritaria y afirmó que esa cifra "no se sostiene en nada" porque "nadie está pensando en esa dimensión".

Tomada confió en la "responsabilidad tanto del sector empleador como del trabajador" frente al inminente debate sobre subas salariales y evaluó que si bien "todos los años se plantea "ahora se viene la negociación colectiva y se van a ir los números al diablo", la verdad es que nunca ocurre".

En diálogo con radio La Red, el ministro dijo haberle "llamado la atención" que algunos gremios -como los enrolados en la CGT Azul y Blanca y la CTA- hayan anticipado que reclamarán una suba de entre un 30 y un 35 por ciento y consideró que son "expresiones que buscan generar una expectativa que no ayuda, que no aporta a la racionalidad de la discusión". "Eso no me parece que se sostenga en nada", alertó el funcionario y subrayó: "Yo todos los años hablo con las distintas organizaciones sindicales, con muchos empresarios, tanto de cámaras como individualmente, y no he escuchado en ningún lado estos números. Nadie está pensando en esa dimensión". Tomada fue cauteloso al ser consultado sobre la actitud del líder de la CGT, Hugo Moyano, quien el viernes pasado estimó que el incremento de haberes debería rondar "en líneas generales entre 20 y 20 y pico por ciento", pero luego se desdijo y afirmó que la central obrera no está "en condiciones de poner techo ni piso" a la negociación porque eso "depende" de cada actividad. "No soy (quien) para hacer una interpretación del secretario general de la CGT pero me parece que si alguien tiene contactos con todos los gremios es él y lo que se pretende es defender una idea y una práctica que ha sido una constante estos años y es que acá no hay ni piso ni techo, que acá no está afectada la posibilidad de que en cada sector se negocie de una manera distinta", destacó.

Tomada insistió en manifestar su confianza de que el agua no llegará al río: "Yo le podría mandar las tapas del mes de enero y febrero de todos los años de algunos diarios en particular y va a ver que siempre aparecen estos números que luego no tienen correspondencia en la realidad", resaltó.