La decisión del INV de no emitir la estimación de cosecha de uvas en el mes de diciembre, y en cambio dar un pronostico recién el 21 de febrero, causó ayer gran revuelo en el ambiente vitivinícola. Sectores de productores y bodegueros criticaron la resolución porque dicen que en San Juan, donde se cosecha antes que en Mendoza, no podrán planificar la recolección, molienda, elaboración y destino de la uva. También cuestionaron que la única estimación oficial que harán los técnicos del INV llegará tarde a la mesa de los gobiernos provinciales para establecer el porcentaje de mosto en el acuerdo que se celebra desde 1994. Sólo una entidad consultada, la Federación de Viñateros, defendió la decisión del organismo, porque opina que la estimación que se hace en diciembre “”sólo sirve para maniobras especulativas” de los bodegueros. Carlos Tizzio estuvo ayer en San Juan y confirmó a DIARIO DE CUYO que a partir de esta temporada el organismo que preside elaborará un único pronóstico de cosecha que esta vez se dará a conocer el 21 de febrero. “”Las estimaciones de diciembre no las vamos a hacer más porque no valen la pena”, afirmó el funcionario. Agregó que la decisión se tomó luego de constatar que los errores que dio este informe a lo largo de una década eran muy grandes, con una desviación de más del 15% respecto a lo que se termina cosechando en realidad. En cambio en febrero la desviación del pronóstico es del 5%. “”En ese mes el racimo está formado, es probable que ya hayan pasado las tormentas, el granizo y condiciones hídricas y se puede obtener un dato más preciso”, dijo Tizzio y admitió que en la decisión también primó la economía: “”Hacer algo que no es preciso es un gasto innecesario, y si tiene tanto desvío crea falsas expectativas”, concluyó. El pronóstico de diciembre se empezó a hacer unos 27 años atrás, y luego comenzó a difundirse.
Repercusiones
Ángel Leotta, titular de la Cámara Vitivinícola que reúne a las bodegas trasladistas, consideró que dar a conocer una estimación de cosecha a fines de febrero es “tarde” y considero que debería ser en enero. “”Estaremos moliendo a ciegas”, dijo al referirse que la mayoría de bodegas en San Juan empiezan a moler uva el 15 de febrero y no sabrán cuánto derivar a vino y cuánto a mosto. “”Además a esa altura los gobiernos ya deben tener una certeza para articular las políticas en cuanto al acuerdo del mosto”, agregó. Ante la decisión tomada, anticipó que la Coviar que él preside encargara al Observatorio Vitivinícola que elabore una estimación preliminar de cosecha ante la falta de números oficiales. Entre los viñateros, José Molina, presidente de la Cámara de Productores Vitícolas; considero “”un daño” y “una mala señal” no tener el pronóstico este mes y criticó a quienes apoyen la medida “por pensar como industriales”. “”¿Cómo se van a formar los precios? Un pronóstico hace falta para que las bodegas se preparen para la elaboración y los productores planifiquen la cosecha. Sin una entidad oficial que nos indique un horizonte será difícil tomar decisiones”, aseguró. El productor también dejó flotando la duda de que la resolución pueda responder a un recorte de técnicos del organismo, que son los que tienen la tarea justamente de realizar este trabajo. Juan José Ramos, desde la Asociación de Viñateros, también criticó lo decidido y dijo que su entidad enviará una nota al INV pidiendo que se revierta la medida y se dé a conocer un pronóstico preliminar. “”No creo que perjudique e influya sobre los precios, todos sabemos que tras esa estimación pueden haber ajustes por el clima”, dijo el dirigente. Agregó que las grandes bodegas sí tendrán indicios sobre los volúmenes de uva porque disponen de recursos y técnicos que dan vuelta por las fincas para hacer sus previsiones, algo que es imposible de alcanzar para el viñatero. “”Le vamos a pedir al INV que sí saque el pronóstico, porque esta temporada tallan dos factores que se deben conocer”, dijo al enumerar el interrogante existente por lo daños que ocasionaron las heladas en las uvas finas de Mendoza y la gran merma que hay esta temporada en Europa y en Estados Unidos. Ante esto se avizoran buenas perspectivas tanto para los productores sanjuaninos de uvas finas como para los de uvas comunes requeridas para el mosto en el mercado internacional. En la vereda opuesta, Eduardo Garces, desde la Federación de Viñateros; fue el único de los consultados que apoyó la decisión del INV. Dijo que esta estimación sirve para que los bodegueros empiecen a especular si van a pagar más o menos cara la uva. En cambio instó a hacer cuentas sobre cuánto cuesta producir un kilo de uva, y fijar un precio en consecuencia.
El error
15 por ciento es el desvío en más que el INV detectó en los pronósticos emitidos a lo largo de los años en diciembre.
Menos vino mundial
Este año la uva vale. Eso dicen los viñateros locales que se frotan las manos ya que por el clima faltan unos 3.000 millones de litros de vinos en el mundo, el 8% de la producción mundial. Esta merma de stocks internacionales posiciona con muy buenas perspectivas a la cosecha argentina.
Harán otro pronóstico
El presidente de Coviar, Ángel Leotta, anticipó que ante la falta de cálculos oficiales hasta fines de febrero se encargará al Observatorio Vitivinícola, que depende de la Corporación, que efectúe un pronóstico previo. Claro que no cuenta con la cantidad de recursos ni será tan exhaustivo como el que hacía el INV.