Desde ayer y hasta el 7 de junio estará en vigencia la reapertura del canje de deuda defaulteada, que ya contó con el respaldo de bonistas de Italia, el país que escogió Argentina para lanzar ayer la operación a nivel internacional.
La operatoria mundial de canje lanzada ayer por Argentina en Roma permitirá a los bonistas que no adhirieron al primer tramo realizado en 2005 poder reemplazar los títulos que la Argentina dejó de pagar a fines del 2001. En el día inicial de la reapertura del canje, el ministro de Economía, Amado Boudou, se reunió ayer en Italia con bonistas de ese país, el foco de mayor resistencia a la operación, donde ofreció explicaciones en pos de conseguir la aceptación del swap. Este encuentro es parte del road show que realizan funcionarios del Ministerio de Economía, que se efectúa en paralelo con el período operativo del canje.
El representante legal de los bonistas italianos, Tullio Zembo, afirmó ayer que la última oferta de canje propuesta por la Argentina "es la mejor de los mundos posibles" y consideró que "la realidad es amarga pero es la única".
"Si no se entra (al canje propuesto por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner) cabe la posibilidad de que usted nunca más vaya a cobrar nada" de lo invertido en títulos públicos en cesación de pagos de la Argentina, aseguró Zembo.
La gira comenzó en Italia, dado que allí residen cerca de 200 mil bonistas, en su mayoría inversores minoristas, que se manifestaron como los más reacios a aceptar la propuesta. "Nuestra oferta cumple con muchas de las solicitudes que ese universo de tenedores han hecho", comentó el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, quien viajó junto a Boudou a Italia.
Ambos funcionarios realizarán hoy una presentación similar en Londres, Gran Bretaña.
En diálogo con la prensa tras su reunión, Boudou afirmó que "están dadas las condiciones para los que no confiaron en el pasado. Es un buen momento para participar y sacarse de encima bonos que no se pagaban", advirtió, según reprodujeron agencias internacionales. El ministro reiteró que "básicamente esperamos un piso del 60 por ciento de aceptación para intentar cerrar definitivamente este problema".
La Argentina realizó una oferta para rescatar unos 19 mil millones de dólares que no ingresaron al canje que se realizó en 2005. La oferta actual es similar en la estructura de los bonos a entregar, pero diferencia a los tenedores institucionales de los minoristas.
Si bien a ambos se le reconocen los intereses caídos desde 2005, a los primeros se le entregará un BODEN 2017 y a los segundos se les pagará en efectivo. Los títulos que reemplazarán a los defaulteados serán emitidos en dólares y en pesos, de acuerdo con la denominación que tengan las tenencias que se deseen canjear, aunque estos últimos serán ajustables por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), es decir por la medición oficial de la inflación.
La operación también incluye la suscripción de un BODEN 2017, por hasta 1000 millones de dólares. Una cláusula le permite al Gobierno nacional hacer caer la oferta si el nivel de aceptación de este título no es considerado suficiente.