El factor climático, como la ola de calor del verano, el viento y el granizo, sumado al problema hídrico, pega duro en la actual temporada del tomate para industria. Es porque si bien se han cultivado 200 hectáreas más que en el período anterior, un 8%, al pasar de 2.600 hectáreas del 2022 a 2.800 hectáreas de este año, también habrá una reducción del 9% en el rendimiento. Es debido a que de las 99 toneladas promedio por hectárea se pasará a unas 90 toneladas por hectárea en esta cosecha, con lo que el resultado será unas 5. 400 toneladas menos en el balance final (252 mil t, contra las 257,4 mil t, es decir cerca del 2% de caída con respecto a la temporada anterior), aun considerando el crecimiento de la superficie cultivada, según datos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la provincia.

El lado positivo, si se quiere, es que incluso con la caída prevista para esta temporada, San Juan sigue liderando los rendimientos por hectárea en todo el país, donde el promedio oscila alrededor de los 80 toneladas por hectárea.

Según explicó Martín Gómez Sabatié, titular del área, la cosecha del tomate para industria en San Juan se extiende desde fines de diciembre e incluso hasta principios de abril, durante casi 4 meses, lo que les da la posibilidad a los productores de plantar variedades tempranas y después las tardías. La primera etapa viene complicada por el clima, según el secretario, por lo que la expectativa es que los niveles repunten con las variedades tardías. Por ejemplo dijo que después de los meses de septiembre y octubre relativamente frescos, llegó la ola de calor en el momento del cuaje de la flor, que ha afectado los rendimientos. Y ahora se sumó la granizada del viernes pasado, que afecto zonas productoras de Médano de Oro, en Rawson, 9 de Julio y Pocito. Pero la expectativa es poder llegar a las 90 t en promedio por hectárea.

La causa de los buenos rendimientos de San Juan son una suma de factores. Entre ellos, el mayor uso de tecnología en este cultivo, porque por ejemplo casi el 95% de las plantaciones utilizan riego por goteo, se ha mejorado la cosecha, porque el 80% es mecánica, y a que casi un 60% de la tarea de trasplante de los plantines también se hace en forma mecánica.

También el funcionario destacó la tarea de la Asociación Tomate 2000, que nuclea a unas 10 industrias de Mendoza y San Juan y a los propios productores, a los que brinda asesoramiento para mejorar los cultivos.

En la provincia, Pocito sigue siendo el departamento que concentra la mayor cantidad de cultivos de tomate para industria, casi el 45% del total. El resto de los cultivos se concentran en Rawson, 25 de Mayo y San Martín, entre las principales zonas.

Al igual que viene ocurriendo en el país, la demanda nacional supera la oferta, es decir que todavía no se logra producir lo que consumen los argentinos. La porción de la demanda insatisfecha se atiende principalmente con pulpa de tomate que se importa desde Chile.

"Todavía falta tomate para abastecer el mercado interno, es decir que la producción no tiene un techo", dijo Gómez Sabatié. Y aclaró que a nivel mundial la cosecha tampoco viene bien. Por ejemplo Ucrania, un gran productor, es un país afectado por la guerra, mientras que Italia tiene menos superficie cultivada esta temporada.

Si bien el factor climático es de gran peso en esta actividad, el hecho de que más del 95% de los cultivos locales cuenten con riego por goteo fue fundamental para que el tomate no fuera tan castigado por la crisis hídrica, que sí afectó, por ejemplo, a los viñedos, una actividad en la que todavía no se ha avanzando tanto con la mejora del riego.

En todo el país hay unas 17.000 hectáreas y se obtiene cerca de 1 millón de toneladas

En el país, el tomate es el segundo cultivo hortícola más importante después de la papa. Su producción se desarrolla en aproximadamente 17.000 hectáreas (alrededor de un 60% se destina a mercado para consumo en fresco y un 40% para industria) de las cuales se obtienen cerca de 1 millón de toneladas. Principalmente, su cultivo se desarrolla en las provincias de Mendoza y San Juan (Cuyo), Salta y Jujuy (NOA), Corrientes y Formosa (NEA), Río Negro y Buenos Aires, lugar en el que se destacan los cinturones hortícolas ubicados alrededor de las grandes ciudades y que abastecen a los centros de consumo que circundan. Cabe destacar que la superficie cultivada con tomate en Mendoza, una región productora clave que junto con San Juan concentran más de 80% de la producción nacional, viene creciendo en los últimos años. Sobre los mercados internacionales, Argentina exporta cantidades pequeñas de tomate para consumo en fresco.