La cápsula Fénix II, que rescató con vida a los 33 mineros chilenos el 30 de septiembre del 2010 de las profundidades de la mina San José, desembarcó ayer en San Juan y lo hizo luego de peregrinar un largo camino, que de no ser por la voluntad de un puñado de hombres no hubiera tocado suelo argentino.

La cápsula es el gran atractivo de la Feria Minera Andina, que arrancó ayer y aunque hasta anoche no había sido desembalada y permanecía en 5 cajas gigantes (una tiene la cápsula, otra el pie y las restantes las bases), hoy estará armada para que la gente la pueda apreciar y sacarse fotos.

Le pasó de todo. Cuando el trámite aduanero por Mendoza parecía que iba a ser simplemente un paso de rutina, todo decantó en un verdadero calvario. Es que cuando el lunes desde Valparaíso (Chile) hicieron las consultas para que ingrese al país por el paso mendocino de Los Libertadores, se encontraron con la sorpresa de que según las autoridades aduaneras argentinas ‘faltaba documentación‘ -no precisaron de qué tipo-, según dijo ayer Adrián Cellura, al frente de la organización de la Feria Minera Andina.

Además agregó: ‘Mucha gente colaboró para que llegue aquí. La queríamos tener y acá está. Cuando las cosas cuestan, se disfrutan más y San Juan merecía tenerla‘.

En tanto y con el ‘no‘ sobre la mesa, desde la organización movieron los hilos para tramitar que la cápsula llegue por el paso internacional de Agua Negra, que recientemente quedó inaugurado (el lunes pasado por autoridades de ambos países). Claro que para el transporte que la iba a traer originalmente a la provincia, el camino cordillerano por San Juan le resultaba complicado.

Ahí fue que apareció la figura de Enrique Silva Mena (46), un pequeño empresario iglesiano que puso a disposición su camión para traer la Fénix II por el paso sanjuanino.

El martes salió desde Rodeo en busca de la cápsula y ayer con un sol abrasador cruzó Agua Negra para llegar pasadas las 17 horas a la feria y ser la estrella que todos quieren ver.

Pero desde el martes al jueves, el camionero tuvo que lidiar con todo tipo de inconvenientes, inclusive un pinchazo en la noche del miércoles que lo obligó a demorarse 2 horas más. Enrique reconoció que fue ‘un honor‘ para él ser parte de la travesía que trajo la Fénix II a San Juan, que después de 421 días de realizar su primer rescate en la mina chilena, tocó un suelo minero como el sanjuanino y estará varios días por estos lares.

‘Creo que cualquier esfuerzo, las pocas horas de sueño y todo lo que me tocó vivir estos días valió la pena. Esto (por la cápsula) es algo que todos quieren tener y que yo haya puesto un granito de arena me pone muy feliz‘, comentó Enrique.