Se viene una fiesta de cumpleaños o un casamiento y para él, el traje le queda chico mientras que ella ya lució el vestido en el último acontecimiento social y no quiere repetir el modelo. Frente a esta situación, la opción es alquilar la ropa para el acontecimiento y ni qué hablar cuando se vienen las celebraciones de egresados de los chicos.

Se trata de un negocio en pleno crecimiento y al que la gente acude cada día más para superar la crisis de los bolsillos flacos, según confirman los comerciantes del sector. Sólo en el microcentro de la ciudad, la zona de la Galería Estornell nuclea a 10 negocios del rubro, cuando hace 2 años eran 7, es decir que hubo un crecimiento del 30%, e incluso está la posibilidad de que abra otro más en las próximas semanas.

Al auge del negocio lo confirmó el titular de la Cámara de Comercio, Hermes Rodríguez, quien dijo que la actividad está en pleno crecimiento cuando el comercio en general viene con bajas ventas y sólo tuvo un leve repunte en el último mes. Y los precios son atractivos (ver aparte).

Lo de alquilar la ropa no es una moda nueva en San Juan sino que surgió en la década de los ‘80, con las novias que iban a la Difunta Correa a alquilar un vestido, de los muchos que dejaban los promesantes, recordó Rodríguez, de la Cámara de Comercio.
Según coincidieron los comerciantes consultados, el auge del negocio empieza en septiembre, cuando los chicos de las escuelas empiezan a programar sus bailes de egresados, y se extiende hasta marzo del año siguiente.

¿Como funciona este rubro? El cliente puede ir en la semana y reservar el traje o el vestido, con el pago de un adelanto, de entre 100 a 200 pesos. Después, si la fiesta es el sábado, lo puede retirar el día anterior o ese mismo día, con el pago del total del importe exigido. Al cliente se le pide una fotocopia del DNI y una boleta de servicios, para constatar el domicilio.

Las prendas serán devueltas al día hábil siguiente de la celebración y de la limpieza o de alguna rotura se encarga el negocio. Salvo un par de comerciantes que dijeron que tuvieron que ir personalmente al domicilio de un cliente a rescatar la ropa, el resto dijo que la gente cumple y devuelve puntualmente las cosas y en buen estado.

El rubro comercial en números

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Si de alquilar un traje o un vestido se trata, son muchas las opciones con las que el cliente se puede encontrar. Por ejemplo, en Plus Alquiler de Trajes y Vestidos, un saco, pantalón, camisa y corbata se puede conseguir desde 380 pesos. Si el saco es de satín, con moño y tiradores el valor puede ascender a los 680 pesos, incluida camisa y pantalón.

En el caso de ropa para mujer, un vestido se puede alquilar desde 300 pesos y si es largo puede llegar a los 450 pesos. En el caso de las quinceañeras, un buen vestido se puede tener por 1.200 en adelante. El calzado, de hombre o de mujer, parte desde los 300 pesos.

En Vanesa Novias se puede alquilar un vestido de novia desde 800 pesos y puede llegar a los 3.500 pesos, dependiendo de la calidad y el modelo. En el caso de un vestido para fiesta parten desde 200 pesos hasta los 1.300 pesos. En el caso de los zapatos hay desde 250 pesos.

Otra opción es Leche y miel, también en la Galería Estornell, donde se puede conseguir un traje para hombre, camisa y corbata desde los 400 pesos. Si el saco es de satín, más tiradores y moño, el precio asciende a los 580 pesos.

Las voces del sector

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“La gente prefiere alquilar la ropa antes que comprarla y por eso cada día son más las personas que se acercan por el negocio para preguntar porque tienen una fiesta o algún acontecimiento”.

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“Empecé hace 25 años con este negocio y al principio vendíamos la ropa, pero después empezamos a alquilarla porque la gente no podía comprarla. La crisis es cada día más terrible”.

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“Con el paso del tiempo y el cambio de modas, la gente se va poniendo más exigente. Por eso, para los jóvenes, ofrecemos sacos de satín con pantalones chupines, que es lo que se usa”.