Pese a que su consumo interno viene cayendo de manera preocupante en los últimos años, Argentina se mantiene el ranking en el octavo lugar, compartiendo con Rusia ese puesto ya que ambos consumen 890 millones de litros anuales, según estadísticas de la Organización Internacional del Vino (OIV) para el 2017. Hace unos años nuestro país estaba en el séptimo lugar por arriba de España, pero la caída del consumo en más de 150 millones de litros lo ha relegado, lejos todavía del puesto décimo de Australia.

En estos días se conocieron los datos aportados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura donde se señala que la comercialización total de vinos en la Argentina acumula una baja del 1,2% anual frente al primer trimestre de 2017. Esto debido a que los despachos al consumo interno cayeron 1% anual en los primeros tres meses de 2018 y las exportaciones totales de vinos bajaron 1,8%.

El mosto concentrado sigue en franco retroceso con exportaciones que cayeron 34,2% en el primer trimestre de 2018, frente a igual período de 2017, según datos del INV.

Se calcula que el consumo mundial de vino asciende, en 2017, a 243 millones de hectolitros, lo que representa un aumento de 1,8 millones con respecto a 2016, según los últimos datos del informe anual de la OIV.

Los Estados Unidos, con un consumo estimado de 32,6 millones de litros, continúan siendo el primer consumidor del mundo, una posición que mantienen desde 2011, gracias a una demanda interior superior a la del año anterior.

La caída del consumo se suaviza en los países europeos, productores y consumidores.

Francia registra un descenso muy moderado, con 27 millones de hectolitros, mientras que Italia (22,6 millones), España (10,3 millones) y Alemania (20,2 millones) anotan cierto aumento. En 2017, el Reino Unido alcanza los niveles de 2015 (12,7 millones), tras un ligero aumento del consumo en 2016.

Por lo que respecta a China, durante el año 2017, el consumo, obtenido por balance, se acerca a los 18 millones, lo que supone una variación positiva del 3,5 % con respecto a 2016.

En Sudamérica, el consumo interior disminuye en 2017 con respecto a 2016, principalmente en Argentina (8,9 millones, lo que supone una reducción del 5 % con respecto a 2016) y en Chile (2,2 millones, lo que supone una reducción del 10 % con respecto a 2016).