San Juan será una de las provincias vitivinícolas pioneras en la elaboración de vinos de baja graduación alcohólica, ya que en el último trimestre del año estarán en las góndolas las primeras botellas de vino en las que el grado rondará de 6 a 8 por ciento, prácticamente la mitad del actual, según informaron desde el Gobierno y el sector industrial que está desarrollando este programa. El dato se conoció ayer luego de que las autoridades entregaron los certificados de otorgamiento de los aportes no reembolsables para la compra del equipamiento para reducir la graduación alcohólica, que recibieron las bodegas Hagmann S.R.L., Fraccionadora San Juan S.A. y Viñedo Pie de Palo S.A. Esos establecimientos son los que acudieron a la convocatoria del Gobierno para implementar el programa. Los tres bodegueros ya tienen en sus establecimientos los nuevos equipos y en uno de ellos comienzan mañana con las primeras pruebas enológicas bajo la supervisión de técnicos del Instituto Nacional de Vitivinicultura y del Ministerio de Producción. El objetivo será lograr al final de los ensayos mecánicos un vino de calidad donde no se hayan alterado en lo más mínimo las condiciones organolépticas, es decir el sabor, el color y el aroma, según destacó el Secretario de Agricultura, Ariel Lucero. En el sector oficial están entusiasmados con este paso. El ministro Andrés Díaz Cano repite que esta es una alternativa, una posibilidad para que la uva tenga otro destino distinto al que tradicionalmente se utiliza, ""permite que tengamos la posibilidad de generar un nuevo nicho al diversificar el mercado".

Es una salida, en momentos donde desde hace unos años viene en picada el consumo de vino, las exportaciones no logran repuntar por la situación económica y se avecina una vendimia donde el mercado contara con sobrestock vínico. Las beneficiarias son bodegas radicadas en San Juan que elaboran más de 250 mil litros de vino y que se han comprometido a fraccionar como mínimo el volumen equivalente al costo del equipo o del monto del incentivo recibido. En esos equipos podrán obtener vinos tintos o blancos, de hasta 7 grados de alcohol, conservando la calidad, con un rendimiento de 1.500 litros de vino por hora. Ramón Fernández, desde Fraccionadora San Juan, dijo que hará una prueba piloto de 200 mil litros ""para comenzar", volumen que piensa ir acrecentando a medida que suba la demanda. Luego de obtener el vino, el próximo paso será hacer el desarrollo de la marca y la etiqueta para imponer un producto nuevo, y establecer el precio. Fernández dijo que además del mercado interno, hay posibilidades de vender este producto de menor grado al exterior, a Rusia por ejemplo. Gail Berzencovich y José Luis Hagmann, los otros industriales, coinciden en que apuntarán al público joven y a las mujeres para instalar el nuevo vino.

Los bodegueros

GAIL BERZENCOVICH    Viñedo Pie de Palo SA.

"Este es un gran desafío para la bodega y para el enólogo también. Se trata de un proyecto que hace tiempo que venimos impulsando a nivel privado y ahora con el apoyo del gobierno por fin es realizable. Entre las expectativas, queremos enfocarlo a la gente que no toma vino porque tiene mucho alcohol".

JOSÉ LUIS HAGMANN    Hagmann SRL.

"¿Por qué nos decidimos a este proyecto? Hace algunos años hacemos vinos dulces de menor graduación y son muy consumidos por mujeres y jóvenes, y en lugares no tan estructurados como una cena, sino en cualquier momento. Creemos que al bajar el grado a este vino tendremos éxito."

RAMÓN FERNÁNDEZ    Fraccionadora San Juan SA

"Vamos a hacer una prueba piloto para comenzar y luego ir viendo de incrementar el volumen de acuerdo a lo que el mercado nos vaya pidiendo. Hay que hacer un desarrollo de este nuevo producto que en la Argentina no se conoce y de acuerdo a cómo responda el mercado se irá agrandando la elaboración".