Frente al nuevo cuestionamiento a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), en este caso tras la designación de sus nuevas autoridades, y por no haberse hecho eco de anteriores críticas, en el Gobierno de San Juan prefirieron mantenerse al margen de la disputa. El ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano, sostuvo que "se trata de un problema de privados y ellos deben encontrar la solución. Nosotros, como Gobierno, no podemos intervenir".

Desde la Cámara de Bodegueros de San Juan, Mario Pulenta expresó que "nosotros venimos cuestionando el funcionamiento de la Coviar y a partir de la elección de nuevas autoridades no se vislumbra una intención de querer cambiar posiciones". Y aclaró que adhieren a las nuevas críticas.

Luego de la designación del bodeguero mendocino José Zuccardi como nuevo presidente de la Coviar, el sector de Bodegas de Argentina y el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este emitió un fuerte documento en el que dieron a conocer que "manifestamos nuestra disconformidad respecto a la forma en que se conduce en la actualidad la Coviar por decisiones y acciones ejecutadas por algunos de sus miembros representantes del sector privado que si bien son legales, carecen de la legitimidad que exige el buen funcionamiento de una entidad público-privada". Y agregan que "creemos que el nuevo triunvirato de autoridades, al cual se agrega una vicepresidencia tercera de dudosa legalidad, choca de lleno con nuestros reclamos, que lamentablemente no tuvieron eco dentro del pequeño grupo de personas que hace años manejan la institución a su discreción (legalmente incuestionable) y que se adjudican el monopolio de la voz del vino".

Frente a los planteos, Ángel Leotta, de la Cámara Vitivinícola de San Juan y electo vicepresidente de Coviar, respondió que "acá está en juego el futuro de la vitivinicultura porque algunos pretenden que el poder de decisión de traslade a Buenos Aires y que no se quede en las zonas productoras".

José "Catuco" Molina, de la Cámara de Productores Vitícolas, sostuvo que "estamos frente a una lucha en la que un sector, representado por Bodegas de Argentina, impulsa un modelo de concentración, sin consensos ni institucionalidad, y otro con todos los sectores alineados en un plan estratégico elaborado en conjunto".

Carlos Fiochetta, gerente de Coviar, dijo que "nosotros defendemos un modelo de vitivinicultura democrático, federal y con interacción genuina entre el sector público y el privado".

La que está en la mira es la entidad integrada por miembros del sector privado, el INV, el INTA y de los gobiernos de San Juan y Mendoza, creada para implementar el Plan Estratégico Vitivinícola, para lograr la promoción y desarrollo de la actividad vitivinícola. Y se da en un contexto en el que se venía dando un marcado descenso del consumo del vino, aunque un informe reciente del INV (ver aparte) consigna que el panorama parece haberse comenzado a revertir.

No es la primera vez que hay cuestionamientos. Ya el año pasado se criticó que el objetivo de Coviar se "desvirtuó", que no se lograron mejoras con el Pevi 2020 y se terminó convirtiendo en una pesada carga fiscal, ya que en el sector bodeguero considera que la contribución que hacen para sostener el organismo, es un "impuesto".

Hablan los protagonistas

ÁNGEL LEOTTA - Vicepresidente Coviar

"Algunos pretenden que las decisiones se tomen en Buenos Aires, pero no lo vamos a permitir. Vamos a seguir trabajando para que todos los temas que afectan a la vitivinicultura de decidan en forma consensuada, pero en las zonas productoras".

JOSÉ "CATUCO" MOLINA - Productores Vitícolas

"Estamos frente a una lucha de una serie de entidades sobre el modelo vitivinícola que queremos para el país. Nosotros defendemos un modelo en el que todos los protagonistas se puedan sentar a discutir las políticas que hay que aplicar en la actividad".

MARIO PULENTA - Cámara de Bodegueros

"Luego de una nueva elección de autoridades de la Coviar no se vislumbra la intención de querer cambiar posiciones. Nosotros ya veníamos cuestionando el funcionamiento del organismo porque no estamos de acuerdo con la forma en la que se procede".

Mayor consumo


Después de 4 años en los que la comercialización de vinos en el país arrojó cifras negativas, con un retroceso permanente, durante el año pasado se registró un incremento del 5,1% en los despachos al pasar de 8.396.019 hl del 2018 a 8.827.007 hl del año pasado, según los datos oficiales proporcionados por el INV. En el sector atribuyeron el fenómeno a que, por un lado, el producto está más barato que su competidor directo, la cerveza, y a que, por efecto de las distintas campañas, están empezando a cambiar los hábitos de los consumidores.

Para encontrar un crecimiento en los despachos en los últimos años hay que remontarse al 2015, cuando la suba fue del 3,3%. Ese año se volcaron al mercado argentino un total de 10.239.111 hl.

La noticia es alentadora, y así lo interpretan en el sector viñatero y el industrial, a la luz de los esfuerzos para lograr que el precio del litro de vino se tonifique, más cuando la vendimia 2020 está en marcha y hay que afrontar los gastos de cosecha, acarreo y elaboración.