En la mañana de ayer, el Instituto Nacional de Vitivinicultura frenó todo tipo de máquinas y permisos ante la presencia de Juan Luis Lepez, quien regresó a su cargo de Jefe de la delegación de la provincia. De ese lugar fue expulsado en marzo de este año por el exministro de Agricultura de la Nación, por protagonizar una situación violenta junto a un productor vitivinícola. Ante esto, más de 50 empleados del INV resolvieron hacer paro de manera indeterminada hasta que no se les anuncie cómo continuará la situación de las autoridades en el organismo. Así lo explicaron fuentes del INV que prefirieron reservar su nombre.

Ayer se reunieron los trabajadores junto a Daniel Rubio, gerente de fiscalización que llegó desde Mendoza, en una asamblea con tonos de voz que fueron elevándose para finalmente no llegar a ningún acuerdo. Si bien después del 10 de diciembre se comenzaron a barajar nuevos nombres para las autoridades de la entidad a nivel local, los trabajadores nunca fueron informados sobre la posibilidad de que regresara Lepez. De todas maneras, el ingeniero regresó a su oficina en la mañana de ayer para retomar su cargo y esto disparó la huelga en los empleados. Es que Lepez fue separado de ese lugar que ocupaba desde 1992 luego de que lo acusaran de agredir físicamente al productor viñatero de la provincia y secretario de la Asociación de Viñateros Independientes, Rubén Gómez.

En su momento, Lepez aseguraba que sólo se había defendido ante la agresión del trabajador. Mientras que Gómez, por su parte, mostró su rostro ensangrentado y acusó a Lepez de haberle propinado una trompada en el ojo izquierdo y radicó una denuncia en la Policía Federal. Tras el incidente, el Ministerio de Agricultura de la Nación determinó la separación del cargo del funcionario y que se le instruya sumario administrativo.

‘Esto es absurdo, el presidente y el vicepresidente han presentado la renuncia el 10 de diciembre entonces tampoco sabemos si ellos van a seguir, por eso toman una postura imparcial’, explicó uno de los trabajadores.

Desde la Cámara de Bodegueros, su presidente Horacio Ripalta aseguró que aún no hay consecuencias por el paro pero que en caso de extenderse por varios días puede afectar bastante a las bodegas porque las habilitaciones salen diariamente desde el INV y también se utilizan sus laboratorios. ‘Lepez es una persona que está nombrada pero está afrontando un proceso judicial y se ve que hay interna por motivos que desconozco, ya se verá qué pasa’, expresó Ripalta. En 5 bodegas confirmaron que el paro todavía no les generaba demoras en los despachos de los vinos.

Ante esta situación, DIARIO DE CUYO intentó ayer comunicarse con Lepez, pero no respondió los llamados para dar su mirada sobre el nuevo conflicto.