La alta inflación que viene siendo protagonista de la vida cotidiana de los argentinos y que se potenció en lo que va de julio tuvo un correlato a nivel local en las faltas cometidas por los comercios inspeccionados que se ubican en el Gran San Juan. En sus controles, la Dirección de Defensa al Consumidor labró más actas de infracciones de lo habitual, destacó su director, Juan Sancassani, al punto de que resaltó que el 31 por ciento de los negocios visitados fue sancionado.

Las causas de las infracciones labradas por los diez inspectores de la repartición se agrupan en tres áreas. La de mayor faltas por parte de los comercios resultó el cobro inapropiado de un extra que ronda el 5 o 10 por ciento cuando el cliente utiliza la tarjeta de débito o la aplicación electrónica MercadoPago. En ninguno de estos casos se le debe cargar ese monto al comprador, aunque es algo que algunos comercios realizaron y, por eso, Defensa al Consumidor les generó el acta correspondiente. Esta "avivada", como se suele conocer este procedimiento irregular, se realiza para compensar la utilización del cobro tanto del servicio de tarjeta de débito como el de la billetera electrónica, que en su caso es justamente del 5 por ciento adicional.

Sancassani detalló que, durante julio, los controles se hicieron en el Gran San Juan. Se realizaron un total de 45 en diferentes comercios, en los que se labraron un total de 14 actas de infracción. En la supervisión de la utilización de tarjetas de débito y la aplicación de MercadoPago se hicieron 10 verificaciones, en las que confeccionaron seis infracciones.

Respecto de la exhibición de los precios de la mercadería en la góndola, de 10 controles se generaron cinco actas de infracción. A su vez, en el chequeo de que el precio de góndola sea el mismo que se le cobra al cliente en la caja, también se efectuaron 10 controles, con el resultado de tres infracciones. En donde no hubo ninguna anomalía fue en la inspección del cumplimiento del programa nacional "Precios Cuidados" y "Cortes cuidados": de 15 controles, todos resultaron óptimos.

El procedimiento al llegar a un comercio por parte de los inspectores es concreto. A la hora de buscar que no existan anomalías entre el precio de góndola y caja, se toman 10 productos de primera necesidad y se llevan a la zona de facturación. Ahí, se constata el precio que se le cobra el cliente y se lo compara. Si alguno de los productos no coincide, se labra un acta de infracción que es firmada por el gerente del comercio. Defensa al Consumidor le brinda cinco días hábiles al local para su descargo, tomando el caso un abogado, que es quien finalmente determina si hubo infracción o no. En caso de haberla, determina la multa a pagar por el comercio y se lo notifica para que lo haga en tiempo y forma. Si no lo realiza, Defensa al Consumidor le envía a Fiscalía de Estado un certificado de ejecución para que continúe con el resto del procedimiento.

Las "explicaciones" actuales por parte de los supermercados más grandes respecto a las infracciones con la diferencia de precios entre góndola y caja pasan porque todo aumenta diariamente y les resulta imposible hacer los cambios día a día, explicó Sancassani. Un hipermercado puede llegar a tener unos 10.000 productos, por lo que esta infracción si se la potencia por una cantidad importante brinda un rédito económico bastante alto para el comercio. Justamente desde el lado de los supermercadistas y mayoristas prefirieron el silencio ante la situación actual compleja y de mucha sensibilidad.

Respecto al futuro inmediato, se espera que Defensa al Consumidor ejerza sus controles mayoritariamente en los departamentos aledaños de la provincia.

La multa

Las multas a los comercios van desde los $500 a los $5.000.000, de acuerdo a varios ítems. Sancassani reveló en Radio Sarmiento que la próxima semana ChangoMás recibirá una multa por la infracción de cobrar en caja algo que en góndola tenía otro valor.