La Argentina es un país con una gran diversidad de microclimas para su vitivinicultura a lo largo de 2.000 kilómetros de extensión de Norte a Sur y todo su ancho que todavía le falta descubrir. El último censo vitivinícola realizado en el 2011 indica que ya son 17 las provincias que cultivan la vid para la elaboración de vinos, jugos de uva, uva en fresco y pasas. Y esto está muy ligado al turismo que crece como una de las industrias ‘sin chimenea‘ que crece en nuestra renovada Argentina.
Mendoza es la principal provincia productora con el 70 % de la producción nacional y su esfuerzo en calidad de vinos y bodegas no se discute. Pero hoy ya han crecido otras regiones con sorprendentes resultados. En estos tiempos se ha comenzado a hablar más de los vinos de Argentina, con sus diferentes matices. No son más buenos o malos los vinos de unas provincias que otras. Se trata de vinos diferentes, donde no sólo el clima define todo sino que el aporte de la tecnología y la mano del hombre permite hacer vinos en lugares donde antes era impensado creer que se podía hacer.
El país hoy tiene vinos de las sierras de Córdoba, San Luis y de Tandil. Los tucumanos han reflotado a través del Programa Proviar el cultivo de la vid en Amaycha del Valle donde un pueblo originario de origen diaguita cultiva cepas para elaborar vinos. También cerca de las increíbles Cataratas del Iguazú los misioneros llevan adelante un proyecto de vinos mesopotámicos. Sobre los terrenos linderos en Bragado y Ensenada en Buenos Aires hoy se producen los vinos ‘de la Costa‘. La Pampa en sus tierras de médanos produce vino y logró un máximo premio con un Cabernet Franc. En Humahuaca y norte de Jujuy ya hay uva de mesa y en Lago Puelo, Chubut, se encuentra el viñedo más austral del mundo.
Digo esto porque se están cayendo varios mitos. Como que no se podía hacer vinos tintos en zonas cálidas y estos lugares estaban condenados a realizar vinos blancos. Se acuerdan del slogan ‘ Resero blanco sanjuanino, el vino que hizo famoso a San Juan‘. O que el Malbec era sólo exclusivo de Luján de Cuyo, Mendoza. Mitos que hoy se cayeron.
Conozco un Malbec de Zonda cultivado por Santa Sylvia sobre las piedras que se cosecha en pleno enero y que ha ganado premios por su calidad. No existía registro en los libros de esta posibilidad.
Pero para dar más ejemplos contundentes hace dos semanas un Malbec de La Bebida, Rivadavia, ha sido calificado entre los tres Malbec de más alto puntaje en el ’VII Concurso Mundial de Vinos Malbec al Mundo 2012’. Se trata del vino cosecha 2011 ’Mil Vientos’ de la bodega Merced Del Estero (ver foto), criado en barricas de roble que conquistó el segundo lugar en la grilla general con 97 puntos sobre 100 entre más de 200 vinos pertenecientes a 100 bodegas de Argentina; Chile; Brasil; México; Ecuador; y Francia.
Es la primera vez que un Malbec de San Juan logra un Gran Oro en este concurso. Pero esto no es obra de la casualidad ya que la misma bodega ganó en el último concurso Vinandino 2011 junto a un vino de Neuquén y de Rumania, el Gran Oro por su Cabernet Sauvignon. Esta bodega boutique con 70 mil botellas al año es un ejemplo que indica que todavía falta mucho por descubrir y que no todo está escrito ya. Celebro esta diversidad de opciones y no hay duda del acierto del Gobierno Nacional de declarar al ‘Vino Argentino, Bebida Nacional‘.

