Este invierno el Departamento de Hidráulica volverá a conseguir datos de medición de nieve a través de estaciones meteorológicas, pero no con el total de las antenas, como se espera hace años; porque sólo entrarán en funcionamiento 3 de las 7 que fueron instaladas en el verano. Este es un elemento con el que San Juan no cuenta desde 2009 y es de suma importancia, debido a que ayuda a conocer con anterioridad, la información necesaria para armar un pronóstico hídrico más exacto. Si bien estas mediciones aportarán datos importantes, no reemplazarán la modalidad manual que realiza anualmente Hidráulica, en el mes de septiembre.

Jorge Millón, el director de Hidráulica, explicó que hay cuatro estaciones que no medirán este año, debido a que carecen de elementos fundamentales que no pueden conseguir porque deben importarlos. “Hay que demostrar que no se fabrican en la provincia y es un trámite que demora mucho tiempo hasta que se logra y lleguen, vamos a tratar de conseguirlas para poder instalarlas en verano y que funcionen las siete en el invierno del 2016”, agregó Millón.

El Gobierno de la provincia realizó una inversión de U$S 535.234, en 2012, para comprar 7 estaciones para medir la nieve cordillerana y contar con datos hídricos con un margen de error casi nulo. Después de un extenso período de licitación y de espera de los insumos se lograron instalar para este invierno solamente 3 de las adquiridas. Las que funcionarán para este invierno son la situada en Sepultura (Iglesia), cerca del Río Jáchal; y las del departamento de Calingasta, que son Teatinos y Corral de Alambres; cercanas al paso del Río los Patos. Esta última era la que se reconocía como “Sardina”, pero fue trasladada 600 metros. El resto, que está instalada pero sin fecha de uso determinada, se encuentra en las zonas cordilleranas conocidas como Valle de los Patos Norte, Calderón, Pantanosa y El Pachón. Esto es algo significativo para Hidráulica, ya que obtendrá información necesaria para realizar nuevos estudios, “sirve para ver por qué y cómo vienen los caudales en distintas épocas del año y varias cosas que es interesante tratar de conocer”, argumentó Millón. El funcionario reiteró que el uso de las estaciones no impedirá que se sigan haciendo las mediciones que se realizaron hasta el momento, “se continuarán tomando las medidas personalmente a fin de temporada”, dijo. Las estadísticas sobre el pronóstico hídrico anual se obtuvieron en los últimos siete años a través de cateos directos que se hacen en determinados lugares de la cordillera, en septiembre u octubre y consisten en viajar hasta el lugar en helicóptero, para introducir en la nieve un “cateador”, un tubo de acero de 4cm de diámetro, hasta tocar suelo firme. De esa manera, se obtiene el espesor del manto blanco y se extrae la muestra del interior del tubo para depositarla en un balde; lo que permite obtener el peso y procesar los datos para conocer la cantidad de milímetros de agua que hay en la cubierta nevada. El ingeniero contó que siempre tenían que esperar el momento en el que mejoraba la temperatura para poder volar hacia la montaña, y recién allí recaudar algunos datos, pero este año en las tres estaciones que funcionaran sólo deberán ir para constatar los números que se registraron previamente. Es que estas nuevas maquinarias informarán en pleno invierno, a través de una comunicación satelital, a la unidad central ubicada en el Centro Cívico. De esta manera se podrá recopilar datos de transmisión de vientos, temperatura, presión atmosférica y acumulación o altura de nieve caída. Esta herramienta ya se implementó en la provincia, porque hubo cinco estaciones que funcionaron desde la década del ‘90. Sin embargo su vida útil duró hasta el 2009, porque las condiciones climáticas afectaron su funcionamiento y comenzaron a marcar datos erróneos. Además, sólo dos (de las cinco) suministraban datos completos y las restantes aportaban únicamente altitud de nieve.