El martes tuvo lugar el primer encuentro del año de los sectores participantes en la paritaria vitivinícola, que tiene como objetivo fijar los nuevos salarios para el personal de viñas y bodegas, fundamentalmente de las provincias de San Juan y Mendoza, que son las que más trabajadores tienen. Después del debate y de escuchar los planteos de los empleados, las partes pasaron a un cuarto intermedio para el próximo miércoles, a partir de las 14,30, en el que el sector patronal deberá acercar una propuesta.

En líneas generales, lo que los trabajadores quieren es tener un salario que se acerque lo más posible a la canasta básica alimentaria, que ronda los 57.000 pesos.

Hasta ahora el sueldo inicial de un obrero de viña ronda los 27.500 pesos y de bodega es unos pesos superior, de unos 28.800 pesos.

En este primer encuentro, que fue en forma virtual, como las negociaciones del año pasado, participaron por el sector de los empleados representantes de la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas (FOEVA) y por la patronal la Unión Vitivinícola Argentina, Cámara de San Rafael, Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, Bodegas de Argentina, Federación de Viñateros de San Juan y Asociación de Viñateros de Mendoza.

En cuanto al precio de la gamela o tacho de uva, ya se habla de pedir entre los 30 a 40 pesos, cuando el valor, de bolsillo, osciló el año pasado en los 14,50 pesos.