Trabajando sobre las fuentes del Parlamento Europeo, Tribunal de Cuentas Europeo, Magrama, France Agrimer, Gazetta Ufficialle della Republica Italiana y artículos periodísticos varios, el Observatorio Vitivinícola Argentino realizó un importante informe donde señala los cambios sufridos en los últimos años en la vitivinicultura europea, su reordenamiento y la nueva mirada puesta en nuevos mercados entre ellos Estados Unidos. La reforma de la Organización Común de Mercados (OCM) Vitivinícola de 2008 en la Unión Europea supuso un cambio radical de reglas de juego para este grupo de países. Transcurrido ya el primer quinquenio para el cual se formuló el primer Programa de Apoyo, ya se están trabajando en el periodo 2013-2018. La Unión Europea es el principal elaborador de vino del mundo: en sus 3,5 millones de hectáreas de viñedo produjo durante la campaña vitícola 2007/08 aproximadamente 160 millones de Hl, alrededor del 60% de la producción mundial. Francia, España e Italia son los principales países productores de vino. La OCM del vino fue creada en 1962, en el marco de la PAC (Política Agrícola Común), con el objetivo de regular el mercado de manera de lograr controlar la producción y el comercio. El objetivo último de la política de mercados es orientar la producción agrícola y estabilizar los mercados. Durante la mayor parte de su existencia, estas regulaciones consistieron en mecanismos de subsidios a los productores vitícolas de manera de compensar los bajos precios. Sin embargo, este tipo de medidas sólo contribuyó a acrecentar los excedentes vinícolas y a requerir cada vez más fondos extraordinarios para conseguir mantener en la actividad a la gente.
REFORMA:
Con la reforma de la PAC del año 2003, la Unión Europea comenzó a cambiar la estructura histórica asistencialista y proteccionista, al desacoplar las ayudas del volumen de producción, y transformarlas en pagos únicos por hectárea. De esta manera se pretendió desalentar los grandes volúmenes de producción en mercados excedentarios, y se mantenía la rentabilidad de los productores para que no fueran expulsados del sector. En 2008 se aprobó la última reforma a la OCM del vino, la cual pretendió ser un cambio revolucionario que terminara definitivamente con los excedentes de vinos, pretendiendo darle una flexibilidad al mercado que permitiera a la oferta adaptarse mejor a la demanda. Entre las principales reformas se destacaba la masiva erradicación de viñedos, mediante un incremento en el subsidio por erradicación definitiva. En un principio se estimó que era necesario arrancar 400.000 hectáreas para eliminar 18,5 millones de hectolitros, pero se aceptó complementar el arranque de 175.000 hectáreas con otras medidas para reducir la oferta. Si bien el arranque fue exitoso, no lo fueron el resto de las acciones, por lo que la oferta sólo fue de 10,2 millones de hectolitros. España eliminó 68.447 ha; Italia: 20.532 ha, y Francia: 16.674 ha. Otra de las grandes medidas fue la designación de un presupuesto de 768 millones de euros para promocionar los vinos europeos en terceros países (fondos que Francia, España e Italia se llevaron en casi el 90%), distribuidos en 5 años (de 2009 a 2013). Estados Unidos es el mercado más elegido. De los 9 países europeos, 8 lo han elegido como mercado foco principal. Y si bien el 22% de las acciones se han realizado en Estados Unidos, el 75% se localizaron en 7 países, agregándose China – Hong Kong, Japón, México, Canadá, Rusia y Suiza. El análisis de impacto de esta medida de promoción en su primer quinquenio parece haber sido exitosa.