La plata de la soja cotiza alto para los municipios y sobre todo, en año electoral. "Ahora, se valora mucho más", dijo por lo bajo un intendente, agradeciendo contar con un oportuno extra para obras en la parada proselitista. El fondo no existía en los comicios de 2007 y ahora, en la puja por mostrar gestión frente al ojo vecinal, se ha convertido en una herramienta clave para los jefes comunales.

El dinero que proviene de las exportaciones de la oleaginosa empezó a llegar a las provincias y a los municipios en 2009. Cuando Cristina decidió coparticiparlo, los intendentes celebraron y coincidieron en que si esa ayuda era difícil ejecutar algunas obras que hay en agenda. Ayer, otro jefe comunal dijo entre risas que si esa plata dejara de llegar justo ahora, con las urnas a la vuelta de la esquina, "mañana me voy a mi casa".

Pasa que los municipios, en su mayoría de bajas recaudaciones y acostumbrados a ayudas desde el Gobierno provincial como motor de las principales obras, se encontraron con un fondo que representa nada menos que el 14 por ciento de los que reciben en todo concepto. Adicional que, ahora más que nunca, les permite ganar margen de maniobra para solucionar problemas de infraestructura frente a demandas populares que tienden a crecer con el ánimo de aprovechar la carrera electoral.

Del 30 por ciento del fondo sojero que reparte la Nación, el 70 por ciento va a las arcas de la provincia y el resto a los municipios. En 2010 se había proyectado que a los departamentos gotearan unos 45 millones de pesos anuales y para este año, las estimaciones oficiales que se volcaron en el presupuesto indican que el monto para los departamentos escalará a 72 millones. Es decir, un crecimiento del 60 por ciento.

El plan de los intendentes del Gran San Juan, Capital, Rivadavia, Rawson, Chimbas y Santa Lucía, todos con aspiraciones de candidaturas, es aplicar los fondos en su mayoría a pavimentos. También a iluminación, mejora del servicio de recolección y remodelación de plazas; para largar estrenos antes del 23 de octubre, fecha de la evaluación vecinal.