Las medidas financieras que encaró el Gobierno nacional al aplicar fuertes restricciones a la compra de dólares, siguen provocando coletazos al punto que el envío de dinero a Europa o Estados Unidos quedó totalmente restringido para transacciones domésticas y abierto sólo para países limítrofes, a los que se les suma Panamá y México. Los más perjudicados -sostienen- son las personas que transfieren dinero a familiares que tienen el exterior, aunque también repercute en el sector turístico y la compra de artículos vía internet, para los cuales se deben hacer giros. En cuanto a las grandes empresas, aún pueden operar con normalidad en el mercado mayorista de transferencias que se canaliza a través de las entidades bancarias

Desde la sede local de la firma Western Union explicaron que el año arrancó de manera normal y el límite para enviar divisas al exterior era de 7.500 dólares por día. Luego esas remesas se achicaron bruscamente a los 500 dólares y desde el 16 de noviembre último se cortaron totalmente, sin que haya en el horizonte inmediato una fecha de normalización.

"Hasta hace un tiempo no teníamos problemas, pero empezaron a poner topes más y más bajos y ahora no podemos mandarle nada a mi ahijado que está en Málaga (España). El tema es que no te dicen cuándo se va a revertir la situación. Hoy sabemos que la plata que le íbamos a enviar no la necesita con urgencia, pero si no cambia esto en una semana o 10 días sí va a ser más complicado", comentó Miguel Duran, quien se quedó sin poder realizar el envío. El testimonio de Miguel -cuentan en una de las firmas- se ha vuelto un caso testigo por estos días, debido a que por la crisis de países como España o Italia, los familiares les transfieren dinero para poder sostenerse en aquellos países. Las restricciones fueron paulatinas.

El 80% de las operaciones de la plaza local tienen como fin último el giro de dinero a familiares que viven principalmente en Europa; mientras que el restante equivale a operaciones de compra en el exterior de insumos importados chicos (la mayoría electrónicos) y también pequeños montos que son enviados para reservas en hoteles o departamentos de temporada, explicaron.

También el freno está puesto en el ingreso de dinero mediante la misma vía. En este sentido, no sólo que la cantidad de plata que se puede girar se acotó a 3.000 dólares (también era de 7.500 dólares para este segmento), sino que además se "pesifica" el monto recibido a un valor de cambio que imponen las casas de envío y que es distinto al de plaza. "Me mandaron 300 dólares de Estados Unidos y acá me dieron 200 dólares y los restantes 100 dólares me los cambiaron a 4,24 pesos, lo que es casi 2 centavos menos por dólar", contó Estela.