La designación de Martín Guzmán como ministro de Economía fue recibida con cautela y cierta preocupación y ansiedad en Wall Street, donde algunos analistas destacan su escasa experiencia política y afirman que es una señal de que el reperfilamiento de la deuda con los bonistas no será rápido. También señalan que el funcionario priorizará el crecimiento económico de la Argentina.

Hans Humes, presidente de Greylock Capital Management, dijo a Clarín que conoce personalmente a Guzmán, profesor de la Universidad de La Plata e investigador en la Universidad de Columbia, por su trabajo en restructuraciones soberanas. “Considero que su comprensión del proceso, de los jugadores y de las herramientas financieras a trabajar a través de una crisis de flujo de efectivo en un país lo harán extremadamente capaz en ese rol”, señaló.

Sobre cómo recibe el mundo de las finanzas neoyorquino al ministro, el experto señala que “Wall Street parece tener algunas preocupaciones sobre la falta de experiencia de Guzmán en política y por ciertos puntos de vista económicos "heterodoxos", que creo que están fuera de lugar”, apuntó. En cuanto a la experiencia del futuro funcionario, Humes destaca que “Guzmán ha estado involucrado en situaciones soberanas y cuasisoberanas. Sus puntos de vista sobre el crecimiento en lugar de las recuperaciones dirigidas por austeridad son acertadas”.

Y señala como ejemplo la experiencia traumática en Grecia. “Como miembro del Comité Directivo de Grecia, creo que tomamos una recuperación que habría llevado tres años y la convertimos en una tribulación de una década debido a la dura imposición de la austeridad”.

“Guzmán ha indicado que buscará un alivio suficiente del flujo de caja para que la economía argentina se recupere. Espero que haya consenso en que el objetivo para todas las partes involucradas sea que Argentina recupere el acceso al mercado entre los 18 a 24 meses”, agregó.

Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners, fue más cauteloso. Señaló a Clarín que “Guzmán no tiene experiencia en el gobierno ni manejando relaciones a nivel político. Entonces debería rodearse de un equipo que tenga le experiencia que le falta. Es claramente muy inteligente y tiene una mente analítica, que son condiciones necesarias, pero no suficientes para ser exitoso en su posición. Analizar la composición de su equipo es fundamental”.

Piedrahita advierte que la designación de Guzmán es “una mala noticia para los tenedores de bonos y sobre todo los que tenían la inocente ilusión de que Argentina solo haría un reperfilamiento rápido e incluso antes que renegociar con el FMI”.

Señala que el plan económico de Fernández “será pro-crecimiento, lo cual significa, según las creencias imperantes, dejar de pagar los bonos que forman parte de la deuda externa, mientras que al resto como multilaterales, bilateral, etc. se seguirá pagando como corresponde”.

En Manhattan hay cierta ansiedad de cómo serán los primeros pasos. En una conferencia organizada por Debtwire días pasados, varios analistas que siguen el caso argentino manifestaron su preocupación porque Cristina Fernández estuviera “completamente a cargo” del próximo gobierno, diluyendo las expectativas de un gobierno moderado de Alberto F, según reportó la agencia Bloomberg.

También manifestaron preocupación porque el FMI no otorgara más desembolsos a la Argentina. Siobhan Morden, jefa para América latina de Amherst Pierpoint Securities, señaló que las chances de un default son “bastante altas” y que no es realista esperar que el país complete una restructuración de deuda en pocos meses, sobre todo cuando Alberto Fernández parece priorizar la política internacional sobre la economía local. “No encara los problemas”, dijo. “Está diciendo lo que es políticamente conveniente decir”.

Los inversionistas consideran que el primer test que deberá afrontar el nuevo gobierno será el próximo vencimiento de la deuda de la provincia de Buenos Aires, el mes que viene.