Diferencia. Un problema que se plantea es que el Gobierno quiere mayor flexibilidad en el ámbito laboral, pero los gremios que representan a los trabajadores no quieren ceder derechos.

La reforma laboral, uno de los temas que en el Gobierno Nacional se proponen discutir después de las elecciones legislativas, ha generado el acuerdo de los gremios locales consultados, tanto del sector público como del privado, pero la mayoría de sus referentes ponen reparos a la hora de tener que avanzar en ciertos puntos. Dicen que no están dispuestos a ceder ningún derecho, que no quieren una modificación "a la brasileña" y que cualquier cambio que se pretenda introducir deberá ser consensuado y no dispuesto en forma unilateral. Por ejemplo, no quieren perder la contribución sindical, que se priorice el acuerdo entre partes o con las empresas por encima de los convenios colectivos y que se pueda extender la jornada laboral más allá de las 8 horas.

La reforma es una iniciativa que impulsa el Ejecutivo Nacional para modificar la legislación que regula las relaciones de trabajo. La idea es otorgar una mayor flexibilidad para favorecer la creación de empleos y ganar en competitividad en la producción de bienes y servicios. Según ha anticipado el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, no hay un proyecto oficial en gestación, sino que la idea sería negociar acuerdos sectoriales con empresarios y gremialistas con el eje en la modificación de convenios colectivos para así bajar los costos laborales.

Uno de los temores que hay entre los representantes gremiales, es que acá se intente copiar la reforma brasileña. "No queremos que acá se vaya a replicar lo de Brasil"; dijo Mario Matic, de la Asociación Bancaria.

El Gobierno brasileño impulsó y logró que se aprobara en julio pasado una norma de flexibilización laboral que dispuso cambios en las formas de contratación, modificó los esquemas de despidos y privilegió las negociaciones por empresas por sobre las colectivas (ver aparte). La preocupación que hay entre los dirigentes gremiales es que ese modelo vaya a ser adoptado por el Gobierno Argentino y por eso desde ya abren el paraguas y manifiestan que no están dispuestos a que el trabajador vaya a perder conquistas laborales. Por ejemplo que se pueda extender la jornada laboral más allá de las 8 horas.

"Acá no se puede hacer lo de Brasil", dijo Roberto Rosa, titular del gremio docente UDA.

"Lo primordial es que el trabajador no vaya a perder derechos", sostuvo Eduardo Cabello, delegado regional de la CGT, y reclamó que "no puede haber ningún asalariado con ingresos que lo ubican por debajo de la línea de pobreza".

Uno de los que no tiene ningún temor a que se vaya a perjudicar al trabajador es José Villa, del gremio estatal UPCN. "No creo que vaya a haber ningún daño a los derechos conseguidos, por el contrario se va a buscar blanquear el empleo", manifestó.

Por el contrario, el representante del gremio de la Sanidad, Alfredo Duarte, expresó que "no creo que la reforma vaya a ser para beneficiar al trabajador".

Alejandro Kokot, del Sindicato de Aguas y Gaseosas, habló de la necesidad de aprovechar esta discusión "para actualizar la legislación, que en algunos casos es muy vieja".

Uno que pidió también el esfuerzo del Gobierno para bajar la presión impositiva fue Antonio Ponce, de Camioneros y defendió la contribución sindical, mientras que Sebastián López, de la Unión Judicial de San Juan, reclamó la participación de los sindicatos en la mesa de discusión.

Juan José Chica, de Luz y Fuerza, advirtió que "cualquier cambio que se pretenda introducir debe ser consensuado con los gremios". Y con él coincidió Víctor Menéndez, integrante del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio de Cuyo, quien además pidió defender los convenios colectivos de trabajo.

Hablan los dirigentes

EDUARDO CABELLO

CGT

"Sabemos que la reforma se viene, pero por ahora sólo hay comentarios y nada en claro. Estamos esperando el planteo para empezar la discusión, porque los trabajadores debemos ser consultados".

MARIO MATIC

Bancarios

"Si la reforma fuera tan buena como dicen, no hubieran esperado hasta después de las elecciones sino que la hubieran impulsado ahora. No creemos que se venga nada positivo para el sector laboral".

José Villa

UPCN

"No tenemos miedo a ninguna reforma ni que se vaya a ir en contra del trabajador. De lo que se trata es de terminar con el trabajo en negro sin resignar los derechos conquistados a lo largo del tiempo".

Alfredo Duarte

ATSA

"A esta película ya la vimos en los "90, cuando incluso se hizo un recorte salarial, además de que se perdieron beneficios para el sector de los trabajadores. No estamos dispuestos a resignar ninguno de nuestros derechos".

ALEJANDRO KOKOT

Aguas y Gaseosas

"Por nuestro lado no tenemos ningún temor a que se puedan llegar a perder ningún derecho. Al contrario, creemos que es una oportunidad para adecuar la legislación a los nuevos tiempos que vivimos".

Más voces del sector

ANTONIO PONCE

Camioneros

"Con la excusa de bajar el costo laboral, no creo que el Gobierno nacional vaya a intentar beneficiar a los gremios. Vamos a exigir que nos convoquen a la mesa de discusión para ver los cambios que se quieren introducir".

ROBERTO ROSA

UDA

"En el caso del sector docente, hay que aprovechar esta discusión para avanzar en un convenio colectivo para nuestro sector. Tampoco vamos a permitir que se puedan conculcar derechos adquiridos".

SEBASTIÁN LÓPEZ

Unión Judicial

"Vamos a exigir la participación de los sindicatos si se quieren tocar los derechos de los trabajadores. Estamos preocupados por cualquier avance que se pretenda impulsar desde el Gobierno nacional".

JUAN JOSÉ CHICA

Luz y Fuerza

"Primero hay que decir que no se conoce ningún borrador sobre el tema y que los empresarios van a pretender que los trabajadores perdamos derechos, pero cualquier cambio debe ser consensuado".

VÍCTOR MENÉNDEZ

Estaciones de servicio

"En nuestro caso tenemos una buena experiencia de una mesa de discusión con los empresarios para adecuar los convenios de nuestra actividad. Nosotros no le tenemos miedo a la actualización".

La legislación brasileña

La norma brasileña a la que le temen los sindicalistas dispone, entre otras cuestiones, la eliminación de la obligatoriedad de la contribución sindical, que pasó a ser voluntaria. Se impulsan acuerdos salariales sectoriales, por empresa o individuales, que tienen mayor peso que los convenios colectivos. También, cada empresa puede negociar salarios y otros rubros vinculados con las condiciones laborales con comisiones o representantes de los trabajadores que no necesariamente cuenten con representación o aval sindical. Además, se introdujeron modificaciones en las jornadas laborales, que pueden llegar hasta las 12 horas (acompañadas con otras 36 horas de descanso) y con un límite de 44 horas por semana.

Se reglamentó el teletrabajo (homeworking) y se ampliaron las posibilidades para las empresas de tercerizar tareas que puede alcanzar incluso la actividad principal de la compañía. Para el despido de personal, se redujo el preaviso a la mitad y los montos de las indemnizaciones se desvincularon del salario del trabajador.