Con una inversión que rondará los 40 millones de dólares y una obra de características inéditas para la provincia, Obras Sanitarias Sociedad del Estado ya tiene en mano un ambicioso anteproyecto de lo que será un mega acueducto que permitirá duplicar en 3 años y medio el agua potable disponible para el Gran San Juan, que hoy es de 4,5 m3/s. Dicen en OSSE que con esto se garantiza la provincia el suministro por los próximos 50 años.

El diseño preliminar del gigantesco conducto prevé que se inicie con unas 40 perforaciones -algunas ya están echas desde hace 40 años- a la altura de los Esteros de Zonda, que atraviese con un túnel de 1.000 metros de longitud la Sierra Chica de Zonda y se extienda unos 16 kilómetros hasta que se empalme con la red ya existente y una vez construido, será el acueducto más grande de la provincia. Licitarán el proyecto ejecutivo en 30 días, dijeron ayer autoridades del Poder Ejecutivo.

Ya lo bautizaron con el nombre de "Gran Tulum" y es luego de la creación de la planta potabilizadora de Marquesado -se culminó en 1959-, una de las inversiones que tendrá mayor impacto en el sistema hídrico sanjuanino. A pesar que a prima facie se puede interpretar como una obra pensada para contrarrestar los graves problemas hídricos por los que atraviesa la provincia en los dos últimos años, desde OSSE se encargaron de echar por tierra esa posibilidad y dicen que el acueducto responde al crecimiento demográfico de la provincia. "No tiene nada que ver esta coyuntura que hemos tenido por cierta escasez de agua. La realidad es que tenemos una cuenca rica en cantidad y calidad de agua; y teníamos la necesidad de ampliarla a esta planta que data del "59. Entonces nos decidimos por lograr otra fuente importante, pensando que en 50 años no va a faltar el suministro", explicó Adrián Cuevas, presidente de OSSE.

Actualmente, la planta potabilizadora se nutre de agua que viene a través de 5 tuberías distintas: Una toma es de una galería filtrante -está debajo del cauce del río San Juan-; otra que viene del dique Ig. De la Roza; un conducto que se alimenta de 3 pozos, que está en El Pinar; una toma del Canal Matriz y por último, una conexión auxiliar que se utiliza en casos especiales que se nutre del canal del Estero de Zonda. Todas estas bocas de suministro aportan unos 3 m3/s a la planta para ser tratados, a los que se le suma el caudal de la batería de pozos del Gran San Juan, que aportan otros 1,5 m3/s. Es decir, que en la provincia la producción de agua potable alcanza los 4,5 m3/s.

Este acueducto, con el que el gobierno piensa "cambiar la historia del sistema de distribución" -así lo definió el propio gobernador Gioja-, se aportarían 7 m3/s adicionales, de una zona muy rica en materia hídrica y de excepcional pureza (ver detalle en infografía); y que además tendrá la particularidad de que por tener esas características, el agua no deberá pasar por la planta potabilizadora de Marquesado, sino que se potabilizará en el mismo conducto, justamente donde comienza, donde allí le inyectarán el hipoclorito. "Nosotros, en estos casos, medimos la calidad del agua mediante la Ortotolidina, que es el método más sencillo para medir cloro libre residual, que es el que está demás en el proceso de potabilización, para así garantizarnos la buena calidad", explicó el arquitecto Rolando Caruso, uno de los "padres" del anteproyecto.

El caño, que tendrá en los primeros 12 kilómetros una sección de 1,60 metros -no existe otro de tal dimensión en la provincia-, se reducirá a 1,20 metros cuando llegue a la intersección de avenida Ig. De la Roza y calle Costa Canal, en Rivadavia; derivándose a una de las ramificaciones con unos 3m3/s hacia la planta potabilizadora de Marquesado, para que de allí utilice la red de distribución. Mientras que el otro conducto irá a la zona Sur, hasta República del Líbano y Rastreador Calívar, donde se conectará con la red ya existente.