Luego de varios estudios, el Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó ayer oficialmente la presencia de la plaga conocida como "polilla del racimo" en áreas productivas de Mendoza y declaró la emergencia fitosanitaria en todo el país. "Esto significa que Argentina reconoció internacionalmente la presencia de Lobesia Botrana en el territorio nacional, con foco en el oasis productivo noreste de la provincia de Mendoza", dijo ayer a DIARIO DE CUYO, Leandro Montané, titular del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen).
A raíz de esta medida a las medidas precautorias ya implementadas para sacar la uva de mesa desde Mendoza a otras provincias -debe ir con declaración jurada de origen del producto si va a provincias no vitivinícolas, o bien fumigadas con bromuro de metilo y precintadas si salen a las vitivinícolas como San Juan-, ahora se agrega otra acción: La restricción en la salida de frutos y material de propagación de vid -como plantines y estacas de vivero- y envases y maquinarias agrícolas utilizadas en la cosecha de vid sin previa autorización de la Dirección Nacional de Protección Vegetal (principalmente, los que provienen del oasis Norte-Este de Mendoza), y la fumigación correspondiente.
"Hay muchos productores sanjuaninos que traen plantines de vid de Mendoza", dijo Jorge Escobar, titular del PROCEM, quien sostuvo que la emergencia no significa que no podrán ingresarlos, "sino que serán más controlados en la barrera que tenemos en San Carlos". O sea, para ingresar plantines, envases o maquinarias mendocinas a San Juan se deberá contar con la autorización de Protección Vegetal.
Respecto al ingreso de uvas, por ejemplo para hacer pasas en esta provincia; se exigirá que la carga esté precintada y fumigada con bromuro de metilo. El lugar más cercano donde se realiza ese proceso es la localidad de Justo Daract en San Luis. "Si no vienen con ese paso realizado no se los dejará entrar a la provincia", dijo ayer Escobar.
Normalmente en las barreras fitosanitarias lo que se hace es una desinsectación en la parte baja de los vehículos, algo que no sirve para esta nueva plaga.
La irrupción de esta plaga obligó a extender el monitoreo de la presencia del insecto fuera de la zona inicial que hace 15 días se detectó en el departamento de Maipú. "Hemos ampliado a 5 kilómetros el radio de monitoreo, alcanzando a las localidades de Perdriel y Chacras de Coria en Luján de Cuyo", dijo Montané. A partir de esta medida, la superficie de "sensibilización de la red de trampeo" -donde el riesgo de presencia de la polilla obliga a colocar más trampas a menos distancia-, pasó de 2.500 a unas 5.000 hectáreas.