A pesar de los buenos números de ventas de equipos de gas natural comprimido (GNC) hasta agosto pasado, que fue récord en el año con 218 conversiones, en los talleres especializados de la provincia hay temor a que se frenen las operaciones por los elevados costos de las instalaciones. Según la consulta a 4 empresarios de las actividad, en una semana los valores han subido entre un 33% hasta llegar a un 45%. Con semejantes cifras "los clientes salen espantados", dijo un referente del sector.

Con el viento a favor aportado por la suba de los combustibles líquidos, que en lo que va del mes ya registraron dos incrementos, la brecha se siga ampliando y por eso usar el GNC es cada día más conveniente. Por ejemplo, el litro de Súper ya cuesta 37,07 pesos y el de Infinia, 44,44 pesos, mientras que el m3 de gas ronda los 15 pesos en promedio.

Pero, en el medio, trepó el valor del dólar, que el viernes cerró cerca de los 38 pesos, y el problema es que en los equipos de GNC hay elementos importados, como son los componentes de acero del tubo y las piezas electrónicas. Eso ha provocado que los equipos se hayan ido por las nubes.

Tras un relevamiento realizado por este diario, el panorama fue el siguiente. Daniel Ruiz, de Segas, dio a conocer que un equipo de tercera generación, para vehículos anteriores al 2012, con un tubo de 15 m3, trepó desde los 22.000 a los 32.000 pesos (45%). En el caso de un equipo de quinta generación, para vehículos más nuevos, los valores subieron desde los 29.000 a los 41.000 pesos (41%), con el mismo tubo.

Sobre la situación del sector, Ruiz sostuvo que "los clientes llegan y cuando preguntan por el precio de los equipos salen espantados". Por eso es que se prevé que con costos tan altos las operaciones puedan llegar a frenarse.

Roberto Orzanco, de la firma que lleva su apellido, dio a conocer que en su comercio las ventas están suspendidas "hasta ver qué pasa. Sólo estamos instalando equipos de operaciones que ya se habían cerrado".

Desde Gas Mora, su propietaria, Pamela Ferreyra, informó que un equipo de tercera generación con un tubo de 16 m3 estaba en 23.500 pesos y subió a los 31.000 pesos (32%). En el caso de un equipo de quinta generación, pasó de los 28.900 pesos a 39.800 pesos (38%). "No se están instalando equipos, la gente sale asustada", dijo Marcos Ortega desde la empresa.

Manuel Fernández, desde la firma Taller Integral Fernández, también expresó su preocupación por el alto costo de los equipos. El de tercera generación, que costaba 24.000 pesos pasó a 32.000 pesos (33%), mientras que el de quinta generación trepó desde los 29.000 pesos a los 40.000 pesos (38%).

Ruiz, de Segas, comentó que cuando empezaron a subir los costos de los equipos llegaron a escasear, pero que ahora la provisión se ha normalizado.

Desde enero (ver infografía), la cantidad de conversiones de vehículos a GNC ha venido en constante aumento, a excepción de abril, cuando las cifras cayeron en comparación con marzo. Pero después se retomó la escalada ascendente hasta llegar a agosto, que es récord en lo que va del año. Pero, con los costos más altos de los equipos, habrá que ver qué pasa en septiembre.


Las cuentas que sacan quienes deciden instalar un equipo de GNC en su vehículo es que el tubo de gas se llena con unos 200 pesos y se consigue una autonomía que puede andar entre los 170 y los 200 kilómetros. Frente a la nafta que para llenar el tanque de un vehículo mediano, se necesitan alrededor de 56 litros que serían más de 2.000 pesos. No hay que ser un matemático para darse cuenta de que la diferencia es importante y que si no se deja de usar nafta, al menos dos días de la semana, como recomiendan los mecánicos, no habrá un mayor desgaste en el motor del auto.

Se estima que el valor de los combustibles va a seguir aumentando.


La renovación de la oblea
 

El costo de la renovación de la oblea oscila en los 700 pesos, mientras que la reprueba del tubo, que se debe efectuar cada 5 años, está en los 2.200 pesos. En este último valor está incluida la colocación de la nueva oblea en el vehículo.

Las cuentas de la amortización


La ventaja que cualquier automovilista tiene en cuenta es que usar GNC es mucho más económico que los combustibles líquidos. A modo de ejemplo cabe citar que un vehículo que consume un litro de Súper por cada 15 km y que recorra 15.000 kilómetros al año, gastará en nafta unos 37.000 pesos, mientras que si usa gas gastará 13.275 pesos, con lo cual el ahorro es de 23.795 pesos al año. Esa suma, por mes, representa un ahorro de unos 2.000. Con esos números, los talleres especializados sostienen que harán falta unos 20 meses para amortizar el costo del equipo, estimando que ronda los 40.000 pesos.