Tarea. Una vez cosechado el membrillo, se lo debe enterrar y cubrir con cal, para evitar la proliferación de la mosca de los frutos.

El combo de los bajos precios y los altos costos de los fletes para el transporte golpearon con fuerza esta temporada a los productores jachalleros de membrillos, que concentran arriba de la mitad de lo que aporta San Juan. Finalizada la cosecha, han tenido que tirar entre el 53 al 60% de la fruta, según la fuente consultada, y el problema es que si no la entierran, proliferará la llamada mosca de los frutos, que ocasionará severos daños en el sector.

El inconveniente es que la fruta que cae del árbol y no es utilizada debe ser destruida y enterrada con cal a 40 centímetros de profundidad, ya que puede contener larvas. En caso de que el membrillo permanezca en el suelo se convertirá en un foco de producción y atracción de mosca y un inminente peligro para la próxima cosecha. Pero frente a los bajos precios y los malos resultados de la temporada hay fincas con montes abandonados que pueden agravar la situación.

Los que iniciaron una especie de campaña para alertar la grave situación fueron el fotógrafo jachallero Roberto Ruiz junto con el director de la Escuela Agrotécnica Videla Cuello, Iván Jácome. Este último mencionó que de las alrededor de 700 hectáreas de membrillos que hay en la provincia, un 86%, es decir poco más de 600 hectáreas, están en el departamento norteño, principalmente en los distritos de Villa Mercedes y Pampa del Chañar. Y que el problema que se registró esta cosecha que acaba de finalizar, y que es cíclico, es que se empezaron pagando alrededor de 3 pesos por kilo, pero después bajó a 1,20 pesos e incluso menos, "con lo cual al productor no le convenía cosechar", dijo el docente. Fue así que estimó que alrededor del 70% de la producción ha quedado en las plantas, es decir poco más de 5 millones de kilos, tomando en cuenta que por hectáreas se obtienen unos 12.000 kilos. En esta hipótesis se estaría hablando de pérdidas de alrededor del 60% de la producción provincial.

Según datos oficiales, aportados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en San Juan hay 680 hectáreas de la fruta, de las cuales el 75%, 511 hectáreas, están en Jáchal. Y si se ha perdido el 70% de la producción de esa zona, representaría el 53% del total provincial.

Destino. En la Escuela Videla Cuello quieren ampliar la capacidad de procesamiento de la pulpa, guardarla y buscar nuevos mercados.
 


Según Jácome, entre el 85 al 90% de la producción jachallera se vende en fresco a fábricas de Mendoza y Córdoba, principalmente. Pero el problema fue que los elaboradores empezaron pagando un precio más alto y que después fue cayendo, con el argumento del alto costo de los fletes impactados principalmente por los incrementos de los combustibles.

De cualquier manera, y más allá de las diferencias de las cifras, todos coinciden en que el problema es grave. El intendente jachallero, Miguel Vega, dijo que "estamos muy preocupados por los productores". Y mencionó que siguen haciendo gestiones para poner en marcha la planta procesadora de la pulpa de membrillo, actualmente en litigio. Todo fue porque el Tribunal de Cuentas detectó que en la gestión del exintendente Jorge Barifusa, fue contratada la empresa mendocina Klaus para montar la fábrica, pero pasado el tiempo la máquina no llegó al municipio y la planta no está terminada. Por el tema hay una demanda judicial.

Carlos Atienza, director de Producción de la comuna, sostuvo que hablar de la pérdida del 70% de la producción jachallera "es exagerado", pero no le restó importancia al problema. Y habló de trabajar para conseguir nuevos mercados para ubicar la producción y evitar los inconvenientes registrados en esta temporada.

Jácome dijo que están trabajando en ampliar la capacidad de procesamiento de la pulpa y envasarla en bolsas de 200 litros, que pueden ser guardadas hasta dos años. En esa actividad hay aportes del Gobierno provincial y fondos de la minería.

En el mapa local, Jáchal tiene el 70% del total de superficie, aseguran. Y el resto está distribuido en Valle de Tulum y Calingasta. Hay pocas fincas específicas de membrillo y muchas perimetrales de fincas que suman gran cantidad de árboles en Pocito, Angaco, San Martín y Zonda, por nombrar algunos. Pero el departamento norteño es el que ha logrado el mayor porcentaje de pectinas, el integrante natural que todos buscan para la elaboración de dulces, jaleas y mermeladas.


 

Concurso provincial

Entre las tareas de difusión para lograr el mayor consumo del membrillo se encuentra el concurso provincial, que este año va por su tercera edición, con la organización del Ministerio de la Producción y la Universidad Católica de Cuyo. La novedad en este certamen es que se ha prorrogado hasta el viernes 29 de junio el plazo de presentación de muestras.

Pueden participar empresas, instituciones educativas y elaboradores artesanales a pequeña escala con sus producciones de la campaña 2018.

Están previstas tres categorías: Artesanal-empresas, Artesanal-instituciones educativas y Artesanal-casero familiar.

La recepción de las muestras estará hasta el plazo antes señalado y la premiación está prevista para el 3 de agosto. Lo interesados pueden pedir información al 4201790 de la Dirección de Desarrollo Agrícola.