Un viejo reclamo del sector viñatero, la instrumentación de contratos de uso obligatorio entre productores y bodegueros al momento de la entrega de la uva, va camino de materializarse para la próxima cosecha. Es porque el ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano, adelantó que la intención del Gobierno sanjuanino es poner en marcha el sistema mediante una resolución de su área. Pero la decisión ya se adelanta con polémica porque desde el sector bodeguero anticiparon que no va dar resultado e incluso entre los mismos agricultores no están todos de acuerdo.



Lo que se quiere solucionar es un problema que existe en la actividad vitivinícola, que consiste que en la práctica las operaciones se pactan de palabra entre el viñatero y el bodeguero, pero no hay ningún contrato que respalde la transacción. Y una vez finalizada la vendimia y de acuerdo a los kilos cosechados se hace la liquidación, estableciéndose un precio y plazos de pago. Pero los productores se quejan porque, al no haber ningún instrumento firmado, algunos industriales no cumplen con los precios ni con los plazos comprometidos.



En Mendoza, la principal provincia vitivinícola del país, ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados un proyecto que obligará tanto a productores como industriales a firmar contratos y registrarlos al momento de la entrega de la materia prima. La propuesta fue presentada por el legislador radical Ricardo Mansur en abril pasado. Y ahora va camino a ser ley, cuando el Senado mendocino lo apruebe.



En San Juan, en cambio, según confirmó el ministro Díaz Cano, la instrumentación se hará por resolución ministerial para que entre en vigencia en la próxima vendimia. "Queremos que se aplique a partir del año próximo", dijo el funcionario. En la práctica, el Estado va a intervenir en la relación entre productores e industriales. Y no sólo para la elaboración de vinos sino también de mostos, pasas e incluso la uva en fresco, según adelantaron fuentes del sector.



Uno de los más entusiasmados con la medida es Eduardo Garcés, titular de la Federación de Viñateros, quien dijo que es un reclamo de la entidad desde hace años. Juan José Ramos, de la Asociación de Viñateros Independientes, dijo que también está de acuerdo, pero sugirió que en cada temporada, antes de firmarse los contratos, se forme una mesa de consenso con los formadores de precios, el sector bodeguero, y se acuerden los valores. Recién a partir de ahí que se comience con la firma de los contratos para evitar sorpresas posteriores.



José "Catuco" Molina, de la Cámara de Productores Vitícolas, sostuvo que el contrato le va dar "seguridad jurídica" al productor.



Pero los que no están de acuerdo son los industriales. Angel Leotta, titular de la Cámara de Bodegueros, dijo que tiene "dudas" de que el sistema vaya a dar resultado porque sostuvo que el del vino es un mercado que se mueve por las leyes de la oferta y la demanda y que tratar de imponer un contrato no va a servir.



Incluso entre los mismos viñateros no están todos convencidos. Pablo Martín, del área vitícola de la Cámara de Producción de Pocito, puso reparos a los contratos porque dijo que el del vino es un mercado difícil de regular.

Hablan los protagonistas

EDUARDO GARCÉS - Federación de Viñateros

"La implementación de los contratos es un pedido histórico de la federación. Lo que se intenta es darle certeza al productor sobre cuánto y cómo va a cobrar la uva que le vendió al bodeguero".

JUAN JOSÉ RAMOS - Viñateros Independientes

"Hay necesidad de instrumentar un precio consensuado y que sea rentable para el productor. El contrato puede ser esa vía, pero primero hace hace falta acordar los precios entre todos".

PABLO MARTÍN - Area Vitícola Pocito

"Me parece difícil querer regular el mercado del vino mediante este instrumento. No lo veo tan claro porque lo que está en juego son las leyes de la oferta y la demanda".

ANGEL LEOTTA - Cámara de Bodegueros

"Me parece que en la práctica no va a dar resultado porque el que manda es el mercado. Tengo mis dudas de que vaya a servir. Si se instrumenta, veremos qué pasa en la realidad".

Claves principales

Para todos

Los contratos, que serán de aplicación obligatoria en la actividad, deberán incluir detalles como el precio, forma de pago, calidad del producto y una cláusula de ajuste, por si cambian las condiciones del mercado.

Seguridad

La intención que se busca con este sistema es evitar que, luego de un arreglo de palabra entre bodegueros y viñateros, el industrial no cumpla. El temor es que cambien las condiciones por efecto de la oferta y la demanda.