Para la vendimia que se avecina, a un productor de uva pequeño, de hasta 5 hectáreas, con menos eficiencia de producción, le costará 11 pesos producir un kilo de uva asegura un estudio del INTA. En el caso de los productores más grandes y eficientes (100 hectáreas), el costo de producción variará entre 6 y 7 pesos, según apliquen cosecha asistida ($6), o bien, manual o mecánica ($7). Esos resultados se aproximan a los que vienen insinuando en las últimas semanas las entidades viñateras -de entre $8 y $12- pero el sector industrial opinó que es muy prematuro informar valores en este momento. En las bodegas aducen que aún faltan conocer variables que pueden cambiar la ecuación, tales como el impacto en la producción de uvas que tendrá la actual escasez hídrica y las paritarias de la mano de obra para la cosecha. El informe sobre "Perspectivas de costos en la Producción de Vid 2020" fue realizado por el ingeniero agrónomo Rodrigo Espíndola, del INTA y contó con aportes del productor Bruno Perín. Espíndola aclaró que el estudio trabajó sobre casos hipotéticos. En todos los casos analizados las perspectivas de rentabilidad son negativas porque se trabajó con el peor de los escenarios, que es que el precio de la uva se mantenga en 4 pesos, igual que la temporada anterior. El experto dijo que presentó la misma estructura de costos que se realizó en el 2018 (ver infografía), y sobre ella calculó una actualización de los precios de los insumos agrícolas con un dólar a $70 que es como se están manejando los valores de la agro en el mercado. Para el caso de un productor pequeño, de 5 hectáreas y que obtenga una producción de 120.000 kilos de uva Cereza y Torrontés, regando con pozo precisará $1.277.373 para cubrir los costos totales de producción. Eso incluye los costos operativos -fitosanitarios, poda, fertilizantes, riego- y los indirectos, que son impuesto inmobiliario, boletas de agua, empleados temporales y equipo de trabajo. El costo de producir un kilo de uva será de $11. Si el precio de compra se mantiene a $4 igual que el año pasado, tendrá una rentabilidad muy negativa. Eso que en el análisis se supuso una mejora en la eficiencia del productor que en el estudio anterior fue de 75.000 kilos, frente a los 120 mil kilos para el 2020, porque el productor que produzca menos de eso se queda afuera, está en al ruina", dijo Espíndola.

Los industriales fueron reacios a opinar sobre los valores obtenidos. Angel Leotta, desde la Cámara Vitivinícola (bodegas trasladistas), dijo ayer que "es muy temprano" para dar precios, y destacó que si se sigue regando poco por la escasez de agua el grano de uva será menor, "y un milímetro menos de circunferencia significa al final de la cosecha entre 15 a 20% de merma y eso incide en los costos". José Molina, desde la Cámara de Productores Vitícolas, añadió que también incide si el productor vive o no en la finca y el costo que tendrá la mano de obra "que tiene una incidencia del 30%". En la Cámara de Bodegueros evitaron opinar del estudio porque no lo conocían.

Los chicos, mal
 

Según el INV, el 76,6% de los productores tiene 10 hectáreas o menos. Este grupo, por la diferencia entre el costo de producir y lo que gana con la venta de uva está descapitalizado, su estructura y plantas son antiguas por lo que las producciones son bajas, no tiene posibilidades de invertir ni hacer mejoras y es susceptible al ataque de plagas.