El municipio de Iglesia amplió de 25 a 40 su plan de viviendas y ya eligió a los beneficiarios, basándose fundamentalmente en las necesidades sociales y económicas de cada uno. La apuesta es empezar con la batería de obras la semana entrante y en un mes, a más tardar, estar construyendo la totalidad de las casas. La iniciativa es inédita en la provincia, ya que no se recuerda que una comuna hayan edificados soluciones habitacionales sin la ayuda de programas nacionales o provinciales.
Ante la convocatoria que lanzó el municipio, según dijo el intendente Mauro Marinero, se anotaron unas 300 familias. El cupo inicial era de 25 viviendas y la comuna lo llevó a 40, para poder satisfacer una porción mayor de demanda.
Según Marinero, la selección de los favorecidos se llevó a cabo de acuerdo a la ordenanza que aprobó el proyecto. La misma establece que tienen prioridad los grupos de bajos recursos y para definir la situación de cada familia inscripta, se tuvo en cuenta a las más numerosas y más necesitadas, cuyos ingresos mensuales, ya sea por trabajo, una jubilación, pensión o plan social, alcancen, de mínima, los 2 mil pesos.
El requisito de los ingresos se debe a que los favorecidos tendrán que pagar las viviendas como cualquier adjudicatario del IPV, de manera de poder ir renovando los fondos para darle continuidad al plan. La idea es que la cuota ronde los 200 pesos, con una financiación de hasta 60 años.
Las viviendas serán básicas, de 55 metros cuadrados, con 2 dormitorios, cocina y comedor. Según los cálculos del municipio, la casa tiene un costo de 150 mil pesos.
La edificación estará en manos de pequeñas empresas del departamento y cada una se hará cargo de una casa. El objetivo es ‘sostener las fuentes de empleo‘, dijo el intendente. El programa fue anunciado a comienzos de año y para tener chances de acceder, las familias interesadas deben cumplir, además, los requisitos de tener un terreno propio y no contar con una vivienda.
Para financiar el plan, el municipio recaudó durante 2 años unos 6 millones de pesos que se generaron, principalmente, por la tasa de los derechos de construcción. Y la fuente fundamental de esos recursos fue el emprendimiento minero Lama-Pascua. Marinero reconoció que la merma en el ritmo de construcción del proyecto afectará el fondo comunal. Aunque destacó que buscarán otras formas de alimentarlo, como las regalías mineras y otros ítems de la recaudación.