Los exportadores sanjuaninos aseguran que los contratos del sector agroindustrial con Brasil en estos momentos están "frizados", ante el temor por la escalada de acusaciones y las consecuencias que podría tener en el sector la pelea entre ese país y Argentina. La incertidumbre, que ha resentido los acuerdos comerciales, afecta al 10% del total de exportaciones sanjuaninas que tienen como destino al socio del Mercosur, compuesto por los envíos de uvas en fresco, ajos, pasas y aceitunas (ver infografia). El mandatario del gigante de América del Sur, Jair Bolsonaro, y el presidente electo Alberto Fernández vienen cruzando insultos y acusaciones que mantienen en vilo a varios sectores nacionales que comercian con Brasil (ver abajo), y la agroindustria sanjuanina no es la excepción. ""Cuando los jefes se pelean los indios no sabemos dónde acampar", graficó ayer Antonio Gimenez, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de San Juan. El empresario añadió que la incertidumbre que ha generado esa pelea ""es el peor ingrediente" ya que dificulta trabajar y concretar negocios, y sostuvo que los contratos, sobre todo los de mediano y largo plazo se han ""resentido" en estos días, ante el temor de que los gobiernos de uno u otro lado vayan a aplicar medidas que afecten lo económico. También dijo que preocupa mucho el tema de retenciones, porque si el nuevo gobierno sigue tomando decisiones de altos tributos se profundizarán más las asimetrías en el país. ""No es lo mismo un porcentaje para la Pampa Húmeda que uno para San Juan donde los costos de logística y transporte marcan una diferencia. Ahora, si el presidente electo piensa en defender las economías regionales, va ser un alivio", remarcó Gimenez. San Juan está a las puertas de la cosecha de uvas para consumo en fresco y Brasil es uno de los principales destinos. El año pasado se enviaron 1.607.814 toneladas (29% de participación) y la facturación fue de U$S 2.485.578. Las exportaciones de aceitunas representaron el 77% del total con 2.952.845 kilos y una facturación de U$S 3.747.465. En pasas los envíos fueron de 22.426.395 de toneladas (56% de participación), facturándose U$S 41.425.320.


Domingo Alos, exportador de pasas dijo que si bien no tuvo problemas de retrasos en contratos actuales, ""para el año próximo no hay posibilidades de hacer nuevos acuerdos hasta saber cómo serán las disposiciones cuando asuma el nuevo gobierno", además de la producción de uvas. ""Estamos expectantes, esperamos que prime la buena vecindad aunque desde el punto de vista ideológico estén en las antípodas. Argentina y Brasil han sido socios muy importantes y esperamos que prime la necesidad de hacer negocios", dijo Alos. ""Esperemos que la tensión no dure porque no favorece a nadie", añadió Patricia Calderón, desde la Cámara Olivícola.

Gustavo Segre, director argentino de la consultora en Brasil Center Group, estimó que no hay motivo para preocuparse en relación al comercio bilateral de algún producto, porque la situación es ""estrictamente ideológica y fundamentalmente comercial, pero no para prohibir o complicar productos sino porque Brasil tiene indicadores económicos muy buenos y Argentina, no. Entonces Brasil quiere abrir su mercado y teme que Argentina no lo acompañe". El consultor, que hasta el año pasado dirigió la Casa de San Juan en Brasil, observó en cambio que las cotizaciones de exportadores sanjuaninos no eran competitivas en aquel país, es decir; que los precios estaban por arriba de otros mercados oferentes.


Socio estratégico
 

El año pasado las exportaciones sanjuaninas a Brasil totalizaron los 88.895.395 dólares, un 7% del total de los envíos, siendo en facturación el segundo destino en importancia tras Canadá que tiene el 70% de participación. En volumen, con 66.627 t, Brasil tiene el 10% de participación y es el segundo destino tras Chile.

En el exterior hablan de riesgo en las relaciones

Las manifestaciones de mutuo rechazo entre el mandatario de Brasil y el presidente electo de Argentina no dejan de escalar, por lo que se esperan repercusiones graves en lo económico para ambos países y la posible fractura del Mercosur, informaron esta semana las agencias internacionales Reuters y Sputnik. Es que por primera vez en 17 años de la historia del Mercosur no va a estar presente el presidente de Brasil en la ceremonia de asunción del nuevo presidente de Argentina el próximo 10 de diciembre y esa es una señal negativa en la relación entre los dos países. Jair Bolsonaro, presidente de Brasil y referente de ultraderecha, rechazó la invitación diplomática luego de una escalada de dichos como continuación a declarar que los argentinos votaron "mal" en los comicios del 27 de octubre pasado y asegurar que no felicitaría a su futuro homólogo, Alberto Fernández, presidente electo de la Argentina.

El intercambio comercial fue de U$S 27.000 millones en 2018.


"Racista, misógino y violento" fueron las palabras con las que devolvió Fernández los insultos de Bolsonaro luego de que este llamara "bandidos de izquierda" al peronismo ante el anticipo de triunfo y regreso al poder de esta fuerza política como resultados de las elecciones primarias.

De acuerdo a las informaciones, Bolsonaro ha convocado a una reunión del Mercosur para el 5 de diciembre, cinco días antes de la asunción de Fernández y ahí piensa comunicar a los otros miembros del Mercosur (Uruguay y Paraguay) la decisión ya tomada de reducir el arancel externo común hacia terceros países, de 13,5% a 6% en un plazo de cuatro años. A pedido del presidente de EEUU, Donald Trump, Brasil confirmó además que pondrá en marcha una cuota de 750.000 toneladas de trigo para importación por fuera del Mercosur sin el 10% de aranceles que actualmente tiene esta materia prima para los países que no forman parte del bloque. Argentina hoy cubre gran parte de las necesidades brasileñas de ese producto, en gran medida por estar protegida por esas tarifas. Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, ya habían advertido el agosto pasado que si Argentina ofreciera resistencia para la flexibilización de los acuerdos comerciales por fuera del Mercosur, la continuidad del bloque estarían en discusión, una ruptura que provocaría graves consecuencias económicas dada la estrecha vinculación entre países y empresas. También preocupa al sector autopartista el régimen automotor vigente entre los dos países que tiene que ser renovado en el corto plazo. La dependencia de la Argentina es fuerte: Brasil es el segundo país al que más le vende en el mundo además de ser su principal cliente de exportaciones de tipo industrial.