Desde mañana, tomar un colectivo para circular por el Gran San Juan costará un 35% más, según el nuevo cuadro tarifario que autorizó el Gobierno provincial. El boleto mínimo pasará a costar de 5 a 6,75 pesos mientras que el escolar trepará de 1,50 a 2 pesos, que representa un incremento del orden del 33%. La suba es la mayor de los últimos 7 años, contabilizando el 2010, cuando la modificación fue del 16,7%, y es superior a la del año pasado, cuando la variación fue del 25 % (ver infografía).

El nuevo cuadro tarifario fue definido tras intensas negociaciones con los empresarios del sector del transporte público de pasajeros, según confirmó ayer el subsecretario de Tránsito y Transporte, Ariel Palma. El funcionario dijo que los propietarios de colectivos venían pidiendo una modificación del valor del boleto desde diciembre del año pasado, apenas asumió la nueva gestión de Sergio Uñac. Desde entonces empezaron las reuniones y el último encuentro con los colectiveros, nucleados en la Asociación del Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP), tuvo lugar el jueves y ayer se definió que entre en vigencia desde el domingo inclusive. En la práctica, hasta hoy regirá el cuadro tarifario que se había dispuesto en enero del año pasado.

Mientras que el boleto de la llamada tercera sección trepará de los 5,50 pesos actuales a 7,40 pesos, el resto de los pasajes a los departamentos alejados sufrirán una suba del orden del 35%. En el caso del escolar, a pesar de que el año pasado hubo insistentes pedidos de los estudiantes, que incluso hicieron varias marchas hasta el Centro Cívico, encabezados por la Federación Universitaria de San Juan, solicitando que no hubiera modificaciones en este sector, volvió a cambiar. Se trata del segundo boleto más vendido en San Juan y representa un 40% del total de la facturación de las empresas, según estimaron en el Gobierno. Esta categoría había estado congelada durante 3 años, hasta el 2015, porque el Gobierno de José Luis Gioja quería favorecer a los alumnos, pero el año pasado cambió. La última suba se había producido en enero de 2012 y la gestión giojista había decidido mantenerlo sin cambios desde entonces, a pesar del reclamo de los empresarios para que se incluyera en los actualizaciones que se disponen año a año en el precio por viajar en micro.

Entre los argumentos que esgrimieron los empresarios de colectivos para solicitar el aumento mencionaron las subas de combustibles, repuestos y cubiertas y, por supuesto, el sueldo de los choferes que, como el de todos los trabajadores, año a año se incrementa.

Los nuevos valores del boleto supondrán un problema extra, que es la escasez de monedas tanto para pagar como para recibir el vuelto porque cada día es más difícil encontrarlas.

Esta modificación del cuadro tarifario es la mayor de los últimos 7 años, contando que desde el 2008, cuando la primera y segunda sección costaban 1,50 pesos, pasaron a 1,75 pesos en el 2010 (16,7 %). En el 2011 ese boleto trepó a 2 pesos (14,3 %) y en el 2012 llegó a 2,50 pesos (25 %). En el 2013 la suba fue a los 3 pesos (20 %) y en el 2014 llegó a los 4 pesos (33 %). El año pasado llegó a los 5 pesos (25 %).

Desde el 2002, los mayores incrementos se dieron en el 2006 y 2008. Este es el tercer mayor incremento en ese período.

El valor del boleto de colectivo es un tema muy sensible para cualquier gestión gubernamental porque es el más usado por la población para moverse a diario de un lugar a otro en la provincia y cualquier variación repercute directamente en sus bolsillos. Sin embargo, todas las administraciones provinciales prácticamente no han tenido más opción que autorizar incrementos para intentar neutralizar los efectos dañinos de la inflación.

Desde el 2002 hasta la fecha la práctica habitual ha sido aplicar una sola modificación del cuadro tarifario en el año y de no mediar cuestiones de fuerza mayor, sería la intención de la nueva gestión provincial.

Esta fue la primera negociación con los empresarios de colectivos que le tocó afrontar al equipo del ministro de Gobierno Emilio Baistrocchi, ya que ahora el área de Tránsito y Transporte pasó a depender de la cartera política, incluso jerarquizada ahora como subsecretaría. En la gestión giojista fue una dirección en el ámbito de la entonces Secretaría de Servicios Públicos. Ahora hay un arquitecto al frente de la nueva subsecretaría, que es Palma.